Me ayudan por favor.
¿Cómo puedo contribuir para preservar La Iglesia de San Benito de Abad?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En los últimos años hemos observado el aumento creciente de hombres y mujeres que
vienen con frecuencia a nuestro monasterio. Unos en busca de un lugar tranquilo - rodeado
de la belleza natural que caracteriza a la Sabana del Occidente de Bogotá-, a otros le mueve
la curiosidad de ver a un grupo de monjes - muchas veces considerados personas
enigmáticas como los que aparecen en la película En nombre de la rosa-, pero la gran
mayoría buscan algo más: descubrir o redescubrir la espiritualidad cristiana purificada de
un sinnúmero de aditivos que en la mayoría de los casos, envuelven a las personas en
situaciones de angustia por la frecuente división entre fe y razón ó entre lo sagrado y lo
profano.
Frecuentemente ocurre que después de un tiempo empiezan a preguntar ¿Cuál es el carisma
que ustedes tienen? ¿Cómo lo ponen en práctica? ¿Por qué siendo monjes no permanecen
en el coro, en lugar de encargarse de tareas domésticas o industriales? Las respuestas a
todos estos interrogantes las encontramos en un documento escrito por san Benito hace más
de mil quinientos años para su familia monástica; por el cual ordena la vida para dar
respuestas a los desafíos sociales, políticos, religiosos; por otra parte, señalando con
claridad y equilibrio la manera como hombres y mujeres deben vivir la vocación cristiana.
Unos en el monasterio y otros en la vida cotidiana del hogar, las obligaciones y el trabajo.
Sin embargo, la Regla no constituye un documento que provee a las personas de
instrucciones o fórmulas mágicas para alcanzar un estado de perfección. Es un itinerario de
vida que nos sitúa en la forma de vivir la búsqueda de Dios sin abandonar el precioso pero
tedioso tesoro de la cotidianeidad, penetrada y transformada por la oración y la
meditación1
. San Benito nos presenta una forma de vida espiritual que, lejos de querer dejar
el mundo tras de sí para llegar a Dios, encuentra a Dios en todas las cosas o, por decirlo con
sus palabras, estructura la vida humana, justamente en su banal cotidianeidad, de tal manera
que «en todo sea Dios glorificado
Explicación: