me ayudan necesito 5 moralejas y 5 fábulas son para hoy
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1“El conejo y la tortuga”. Esta fábula es una de las más conocidas y narra una carrera entre un conejo y una tortuga que, inesperadamente, gana la tortuga a pesar de su lento paso. El conejo, confiado en su velocidad, no se tomó la carrera en serio, fue perezoso y confiado, todas cualidades que no le permitieron ganar la carrera.
¿Moraleja? Aquel que trabaje con constancia, dedicación y disciplina obtendrá mejores resultados y será una persona más confiable que aquella que simplemente tiene buenas habilidades o facilidades para llevar adelante una tarea.
2“El chanchito y el caballo”. Esta fábula cuenta la historia de un caballo que estaba tan enfermo que no podía ponerse de pie. Su dueño, en consecuencia, decidió que si durante los siguientes tres días no mejoraba, lo sacrificaría. El chanchito, preocupado por esta decisión, se propuso ayudar al caballo a recuperarse y al tercer día lo logró. El dueño del caballo, al ver la mejoría de su mascota, decidió sacrificar al chanchito para festejar.
¿Moraleja? Se debe ayudar a los demás, pero siempre con la precaución de que nuestro accionar no nos afecte a nosotros mismos.
3 “El ratón y el león”. Esta fábula narra la historia de un ratoncito que fue capturado por un león, con la intención de devorárselo. El pequeño ratón le suplicó que no lo comiera y finalmente lo consiguió. Días más tarde, el ratoncito vio cómo unos cazadores atrapaban a ese mismo felino que días atrás lo había liberado y decidió ayudarlo a escapar de esas redes.
¿Moraleja? Las bondades, más temprano que tarde, son recompensadas.
4“La hormiga y la cigarra”. Esta fábula narra la historia de una hormiga que decidió sacrificar su verano construyendo un refugio y guardando alimentos, mientras que la cigarra dedicó todo ese tiempo a descansar. Cuando llegó el invierno, la cigarra sufrió hambre y el frío mientras que la hormiga le sacó provecho a su refugio y comió los alimentos que había ido guardando a lo largo de todo el verano.
¿Moraleja? Aquellos que trabajen y ahorren no deberán alarmarse cuando lleguen tiempos difíciles.
5“La gallina de los huevos de oro”. Esta fábula cuenta la historia de un matrimonio de granjeros que tenían una gallina que ponía cada día un huevo de oro. Los granjeros sospecharon que en su interior la gallina tendría un terrón de oro de gran tamaño y que, si la mataban, obtendrían todo el oro de una vez. Así lo hicieron pero se dieron cuenta de que la gallina en su interior era igual a todas las gallinas comunes y corrientes que tenían en su granja.
¿Moraleja? Por querer hacerse ricos de una sola vez y rápidamente, se quedaron sin aquello que les garantizaba oro, en pocas cantidades, cada día. La ambición les jugó una mala pasada.
Explicación:
Es pero y te sirva
Respuesta:
1 Un día como tantos en la sabana, un gran elefante dormía la siesta. Unos ratoncitos jugaban a las escondidas a su alrededor, y a uno de ellos, que siempre perdía porque sus amigos lo encontraban enseguida, se le ocurrió esconderse en las orejas del elefante. Se dijo:
-A nadie se le ocurrirá buscarme allí, ¡por fin ganaré!
Entonces se escondió, pero sus movimientos despertaron al elefante, que muy molesto pues habían perturbado su sueño, pisó la cola del ratoncito con su enorme pata y le dijo:
-¿Qué haces ratón impertinente? Te voy a aplastar con mi enorme pata para que aprendas a no molestarme mientras duermo.
El ratoncito, asustado, le suplicó llorando:
-Por favor elefante, no me pises. Si me perdonas la vida yo te deberé un favor.
El elefante soltó una carcajada y le respondió:
-Te soltaré solo porque me das lástima, pero no para que me debas un favor. ¿Qué podría hacer un insignificante ratón por mí?
Entonces el elefante soltó al ratón. Sucedió que semanas más tarde, mientras el ratoncito jugaba con sus amigos, se encontró con el elefante atrapado bajo las redes de un cazador. Estaba muy débil porque había luchado mucho para liberarse, y ya no tenía fuerzas para nada más. El ratoncito se puso a roer las cuerdas y después de un rato, logró liberarlo. El elefante le quedó sinceramente agradecido, y nunca más volvió a juzgar a nadie por las apariencias.
La moraleja de la fábula
Nunca hay que juzgar a nadie por su apariencia, sin conocerla. Las cualidades que no se ven a primera vista son las que definen a una persona.
3El lobo con piel de oveja
Un lobo que estaba cansado de fracasar al intentar cazar las ovejas de un pastor, un buen día tuvo un plan: se disfrazó cubriéndose con una piel de oveja, y se mezcló con el rebaño para pasar desapercibido. Tan bueno era su disfraz, que al final del día el pastor lo llevó junto con las demás ovejas al corral, y allí lo encerró. El lobo estaba feliz, pues finalmente iba a poder comerse a unas cuantas ovejas; estaba a punto de llevar a cabo su plan, cuando entró el pastor al corral: tenía que procurar carne para su familia y venía a escoger una oveja para sacrificar. Escogió al lobo y lo sacrificó al instante, sin darse cuenta de nada.
La moraleja de la fábula
Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.
4Un lobo que estaba comiendo un hueso, de repente se atragantó al quedarle el hueso atravesado en la garganta. Desesperado, comenzó a correr de aquí para allá pidiendo ayuda. Se topó con una grulla y le pidió por favor que le ayudara, prometiéndole que la recompensaría por ello. La grulla accedió y metió su cuello dentro de la boca del lobo, con el pico cogió el hueso y lo extrajo de la garganta del lobo. Entonces, le pidió su recompensa al lobo; pero éste se alejó riendo mientras le decía:
-La recompensa es que hayas podido sacar tu cabeza de mi boca sin que te comiera
La moraleja de la fábula
Nunca confíes en las promesas de malvados y deshonestos: mucha paga tendrás si te dejan sano y salvo.
5 Fábulas para niños
Una liebre presumida se burla de una tortuga por ser tan lenta. La tortuga trababa de no hacerle caso, pero un día se cansó y la retó a correr una carrera para ver cuál de las dos era la más rápida. La liebre, muerta de risa, aceptó el reto.
Al día siguiente la liebre y la tortuga se presentaron en la línea de largada, ante los ojos de los demás animales. Cuando el búho dio la señal, la liebre salió corriendo como un rayo, levantando una nube de polvo. La tortuga comenzó a caminar despacito, tosiendo por el polvo, y cuando pudo ver la liebre ya se había perdido de vista. Pero no se desanimó y siguió con su paso lento pero seguro.
Al ver la enorme ventaja que había sacado, la liebre presumida decidió echarse a descansar a la sombra de un árbol, tan segura estaba de su victoria. Pero se quedó dormida, y la tortuga, pasito a pasito, la superó. La liebre se despertó y vió a la tortuga a dos pasos de la línea de meta: desesperada salió corriendo pero no pudo alcanzarla, ¡y la tortuga ganó la carrera
La moraleja de la fábula
Jamás hay que burlarse de los demás, porque todos tenemos capacidades diferentes y nadie es mejor que otro. Además, la vanidad y el exceso de confianza pueden llevarnos a fracasar en nuestros objetivos
Explicación: espero que te ayude