Me ayudan con eso ;-;
Indaga y escribe las razones por las cuales los
pueblos andinos tuvieron una sólida relación
productiva.
Respuestas a la pregunta
La gran variedad de cultivos y la posibilidad de aprovechar los ambientes extremos de clima de alta montaña para la cría de auquénidos, ha permitido que casi todos los ambientes naturales de los Andes hayan podido ser utilizados para la reproducción humana. Para este aprovechamiento, sin embargo, los hombres andinos no se han contentado con la inserción en las condiciones ecológicas existentes por medio de la domesticación de especies vegetales y animales, sino que también han cambiado las condiciones hídricas mediante la elaboración de complejos sistemas de irrigación y modificado las condiciones edáficas de la naturaleza a través de la construcción de andenes. El conocimiento de formas variadas de rotación de cultivos y de aprovechamiento pastoril les ha permitido, además, una ocupación continuada de zonas ecológicas en las cuales no resulta posible -por el agotamiento de suelos- el aprovechamiento por medio de un cultivo o solamente el pastoreo.
Si bien la integración de las formas de dominar la naturaleza y de elaborar las relaciones sociales andinas con las derivadas de la experiencia europea es todavía una perspectiva, no deja de ser en parte ya realidad. El hecho de que los antropólogos ansiosos de buscar la “identidad cultural andina” la puedan encontrar aún en personas, tal como existe también todavía la “gallardía criolla”, no quita que el grueso de la población andina participe ya en el desarrollo de un sistema social y cultural derivado de ambas experiencias; y que las personas aún identificables como andinas y criollas para el amante de lo pasado, permanecen como tales porque pertenecen a un sistema social que todavía no se ha liberado por completo de formas de dominación y supeditación inhumana, que determinaban el sistema bicultural andino-criollo en los últimos siglos.
Frente a este reto, las sociedades aldeanas andinas desarrollan sus respuestas. La primera es una individualización de intereses para asegurarse familiarmente una base estable para la generación de un plusproducto intercambiable. Esto trae como consecuencia una fijación familiar del acceso a la propiedad territorial y del usufructo de la ganadería. Con la variación consiguiente en la propiedad, los más afortunados logran centralizar el plusproducto intercambiable entre sus manos, convirtiendo a una parte de la fuerza de trabajo en dependiente suya. Esta tendencia conduce a un resquebrajamiento de las formas de cooperación en los cultivos múltiples desarrolladas en la cultura andina, en cuanto las hace inoperantes por la variación en la necesidad de fuerza de trabajo requerida por las diversas unidades domésticas, como también en cuanto desvía el plusproducto utilizado precisamente para reforzar la integración hacia el mercado