Me ayudan a inventar una calavera literaria por favor
Respuestas a la pregunta
1. Procura escribir versos octosílabos.No existe una métrica formal, pero el formato más común es, de acuerdo con De Pablo, el verso de ocho sílabas. Las estrofas pueden ser de cuatro versos (las más sencillas) o de diez. “Son versos cuyo último acento cae en la séptima sílaba. Normalmente, son palabras graves en español”, detalla. Si ya se te olvidó lo que aprendiste en primaria, se le llama verso a una de las unidades en que puede dividirse un poema. Una estrofa es un grupo de versos que conforman una composición poética.
2. Intenta utilizar rimas consonantes. Pueden ser básicamente de dos tipos: A, B, B, A (que las últimas palabras del primer y último verso suenan igual o muy similar, así como las de las dos de en medio) y A, B, A, B (que el primer y tercer verso rimen, al igual que el segundo y el cuarto). "Las dos suenan muy bien y al público le divierte mucho”, comenta el escritor.
3. No olvides mencionar a la muerte. El objetivo de las calaveritas es hablar de cómo y por qué la muerte se llevó al panteón a determinada persona, por lo que esta siempre tiene que aparecer en el texto. “Se le puede llamar muerte, calaca, parca, huesuda, calavera, catrina o pelona, pero siempre tiene que estar y siempre tiene llevarse a la persona a la que se le dedica el verso”, detalla De Pablo.
4. Menciona alguna de las características que definen a la persona de la que hablas. Como el argumento en las calaveritas siempre es el mismo (a alguien se lo lleva la muerte) se deben incluir características de la persona a la que se le dedica. “Si es un pintor, la muerte puede sacarlo de su estudio y tirar su caballete. Si es escritor se puede mencionar alguna de sus obras”, menciona De Pablo. “A los políticos se les suele hacer calaveritas satíricas, frecuentemente críticas y se tratan sus escándalos o sus crímenes”.
5. Escribe con cariño y humor. No es obligatorio, pero De Pablo recomienda hacerlo. “Mezclar el recordatorio de lo inevitable de la muerte con el amor, la dulzura o el cariño es algo muy característico del mexicano”, comenta. Ojo: a veces no hay cariño, pero hay humor como en el caso de las calaveritas satíricas de los políticos.
6. Remata con un final sorprendente. De Pablo aconseja intentar terminar el verso con un final inesperado. “Hay que pensar qué rima con aquellas cosas que definen al personaje y conducir los versos hacia allá”, dice. Se puede empezar con la parte de sus características y después finalizar con la parte sorprendente. Esto es para que se note que es una calaverita hecha para la persona.
7. No cuentes la sílabas con los dedos, cántalas. Los versos populares no necesariamente se escriben, primero se dicen. “Más que tener en cuenta el número de sílabas o el tamaño del verso es importante oír como suenan. Hay que cantarlas”, dice De Pablo. Un consejo es intentar cantarlas con las tonadas de La Llorona o La Cama de Piedra, pues ambas canciones usan versos de ocho sílabas. “Si quedan con la música de cualquiera de los dos vas por buen camino”, señala el escritor.