Religión, pregunta formulada por ramirezdiazvaleria88, hace 11 meses

me ayudan a hacer un informe de lectura de este texto por favor

¿Cuál era la situación de la mujer en la época de Jesús?

En la época de Jesús la situación de la mujer era muy lamentable, dado a que en este tiempo la mujer era

considerada por los judíos como ser inferior hasta tal punto que era comparada con un esclavo, pues tenía

todas las características de este como, por ejemplo, la podían comprar, o simplemente la podían intercambiar

la mujer no contaba, hasta el punto de que, si en una asamblea había 10 mujeres y 1 hombre, ésta no se

realizaba, porque para una ceremonia religiosa eran necesarios 10 hombres. El patio del templo reservado a

las mujeres estaba fuera y separado.

La mujer era considerada como un objeto, propiedad del padre o del marido (Ex 20,17). Socialmente la mujer

no servía como testigo, igual que los niños y los esclavos. Una situación de objeto, a la que se sumaba el

preconcepto de ser una gran pecadora (porque pecó primero, y llevó al hombre al pecado, y fue creada

después y a partir del hombre: lecturas parciales y sexistas de los relatos Gn 2 y Gn 3). No olvidemos

tampoco la discriminación con relación a su condición de mujer y los preceptos de purificación. Puede decirse

que la mujer, en la época de Jesús, era un ser encorvado, postrado, marginado.

Con respecto a la religión la mujer no podía entrar a la sinagoga, púes este era un ser impuro, que inspiraba

deseo e incitaba al pecado, nos dice SAN MARCOS, 10, 13-16: "Le presentaron unos niños, para que los

tocara; pero los discípulos los reprendían. Viéndolo Jesús, se enojó y les dijo; dejad que los niños vengan a

Mí y no los estorbéis, porque de ellos es el reino de Dios. En verdad os digo, que quien no recibe el reino de

Dios como un niño, no entrará en él. Y abrazándolos, los bendijo y les impuso las manos.

No todos podemos hacer milagros como Jesús; pero podemos imitar el amor y ternura con que recibía a los

niños y curaba sus dolencias. En diversos evangelios, Jesús nos habla de los niños o nos pone en sus

ejemplos a los pequeños. El niño es un ser débil y humilde, que no posee nada, no tiene ambición, no conoce

la envidia, no busca puesto privilegiados, no tiene nada que decir en la avidez de los adultos, el niño tiene

conocimiento de su pequeñez y su debilidad. Jesús no solo quiere demostrarnos su gran amor por nuestros

niños, en los Evangelios la sencillez de corazón es reclamada con insistencia, la limpieza y la humildad del

espíritu es un requisito indispensable para llegar al Reino de los Cielos.

En una ocasión Jesús nos dijo: "El que recibe a este niño en mi Nombre me recibe a mí, y el que me recibe a

mí recibe a Aquel que me envió” Lc 9, 46-50 El niño tiene el alma sincera, es de corazón inmaculado, y


permanece en la sencillez de sus pensamientos, el no ambiciona los honores, ni conoce las prerrogativas,

entendiéndose esto por el privilegio concedido por una dignidad o un cargo, tampoco teme ser poco

considerado, ni se ocupa de las cosas con gran interés. A esto niños ama y abraza el Señor; se digna tenerlos

cerca de sí, pues lo imitan. Por esto dice el Señor (Mt 11,29): "Aprended de mí, que soy manso y humilde de

corazón".

En una ocasión empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a

quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y

no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el

reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.» Y después de abrazarlos, los bendecía

poniendo las manos sobre ellos.

-Jesús vino a salvar a todos. Nadie quedaba excluido de su redención. Mucho menos, la mujer, en quien

Jesús puso tanta confianza, como guardiana de los valores humanos y religiosos del hogar.

-Jesús supo tratar a la mujer con gran respeto y dignidad, valorando toda la riqueza espiritual que ella trae

consigo, en orden a la educación humana y moral de los hijos y a la formación de un hogar donde reine la

comprensión, el cariño y la paz, y donde Dios sea el centro.

-Jesús vino a salvar a todos. Nadie quedaba excluido de su redención. Mucho menos, la mujer, en quien

Jesús puso tanta confianza, como guardiana de los valores humanos y religiosos del hogar.

-Jesús supo tratar a la mujer con gran respeto y dignidad, valorando toda la riqueza espiritual que ella trae

consigo, en orden a la educación humana y moral de los hijos y a la formación de un hogar donde reine la

comprensión, el cariño y la paz, y donde Dios sea el centro.

Respuestas a la pregunta

Contestado por smdls9889
1

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como un informe dime que te ayudo

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