Marie curie y sus aportaciones a la química
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Respuesta:
Maria Salomea Skłodowska-Curie, conocida como Marie Curie, nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia. Fue una física, matemática y química pionera en el campo de la radiactividad. Marie no solamente fue la primera mujer, sino que la primera persona en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades: Física (1903) y Química (1911), y la primera mujer en hacer clases en la Universidad de París. Marie se casó con el científico Pierre Curie y fue madre de quien recibiría más adelante también un Premio Nobel en Química, Irène Joliot-Curie.
Motivada por el reciente descubrimiento de Antoine Henri Becquerel, que demostró que las sales de uranio emitían rayos de naturaleza desconocida, sin la necesidad de ser expuestas a la luz, Marie Curie investigó más allá este tema y descubrió que los compuestos formados por el torio también emitían rayos de forma espontánea. A este fenómeno le llamaron radioactividad.
Como la radiactividad que generaban algunas muestras era más fuerte de lo que se esperaba, Marie y Pierre sospecharon que había otra sustancia radiactiva más potente que el uranio y el torio, y en 1898 dieron a conocer públicamente que habían descubierto un nuevo elemento: el polonio. Unos meses después anunciaron su nuevo hallazgo: el radio.
En 1903 le concedieron el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos y en 1911 la otorgaron un segundo Nobel, el de Química, por sus investigaciones sobre el radio y sus compuestos.
Marie Curie fue nombrada directora del Instituto de Radio de París en 1914 y se fundó el Instituto Curie. Murió en 1934 producto de una anemia aplásica, la que se sospecha fue provocada por su alta exposición a la radiación.
Aportes a la ciencia
Resulta imposible abarcar todo lo que esta figura ha supuesto para la física y la química modernas, pero podemos fijarnos en los dos elementos antes nombrados, el radio y el polonio, para hacernos una idea del legado de esta mujer y lo que ha supuesto para nuestra sociedad.
Por ejemplo, la exposición a la radiación de radio ocasiona la destrucción de tejidos malignos, lo que hace de él un tratamiento ideal para detener el crecimiento de tumores cancerígenos. Este elemento químico también se utiliza como fuente de neutrones para experimentos físicos, como base para la producción de radón (que se usa en el tratamiento contra el cáncer) y como fuente de utilidad en otros procesos médicos.
Por otro lado, el polonio se utiliza en dispositivos destinados a la eliminación de carga estática, en cepillos especiales para eliminar el polvo acumulado en películas fotográficas y también en fuentes de calor para satélites artificiales o sondas espaciales. Por desgracia, no todas las aplicaciones de estos elementos son positivas, pues su alta radiactividad también tiene un potencial dañino desmesurado.
Por ejemplo, el polonio mezclado con berilio (un elemento típico en el endurecimiento de aleaciones) puede producir un breve lapso de implosión que propicia una reacción en cadena de naturaleza atómica con otros elementos. Como habréis adivinado, esto hace de él un componente esencial de la bomba atómica, dispositivo que, por desgracia, ya ha sido puesto en práctica. Un ejemplo del potencial destructivo de este tipo de elementos fueron las bombas lanzadas en Nagasaki e Hiroshima en el año 1945, las cuales causaron más de 246.000 muertes de civiles por fallecimiento directo o lesiones y cánceres posteriores.
Desde luego, elementos como el radio o el polonio son poco utilizados en la industria por su peligrosa naturaleza y potencial cancerígeno, pero el interés de su descubrimiento radica más en aplicaciones en el ámbito experimental y, por qué no, por la obtención de conocimiento en sí mismo
Explicación:
Marie Curie es una persona que demostró, a través de sus actos, que la infravaloración de la mujer como parte esencial de la sociedad no se encontraba justificada en ninguna base fehaciente. Figuras como esta ponen en evidencia que el género femenino ha podido (y puede y podrá) brillar en múltiples ocasiones a lo largo de la historia, pero que una sociedad de moral dudosa lo imposibilitaba al no permitir la realización individual por meras condiciones biológicas arbitrarias.
Desde luego, podemos ver estos sucesos e ideales como lejanos en el tiempo, pero aún nos queda mucho camino que recorrer como sociedad tanto en cuestiones de género como científicas. Por suerte, personalidades como Marie Curie allanaron el terreno y nos mostraron el camino a seguir en el avance hacia una sociedad más justa y con más conocimiento.