Castellano, pregunta formulada por mariaaaa92, hace 2 meses

Manuela de Jose Eugenio Diaz: porque al primer capítulo se le da el nombre de "posada de mal abrigo? Y que relación tiene con los personajes.
Porfa es urgente!!! ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por CATNOlR
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Respuesta:

espero te sirva

Explicación:

Eran las seis de la tarde, y a la luz del crepúsculo se alcanzaba a divisar por debajo de las ramas de un corpulento guásimo, una choza sombreada por cuatro matas de plátano que la superaban en altura. En una enramada que tocaba casi el suelo con sus alares, se veía una hoguera, y alrededor algunas personas y un espectro de perro, flaco y abatido sobre sus patas. Al frente de la enramada acababa de detener su mula viajera un caballero que entraba al patio, seguido de su criado, y de un arriero que conducía una carga de baúles. Del centro de este segundo grupo salió una voz que decía:

-¡Buenas noches les dé Dios!

-Para servirle, contestaron los de la enramada.

-¿Que si nos dan posada?

-La casa es corta, pero se acomodarán como se pueda. Entren para más adentro.

—2→

-¡Dios se lo pague!, contestó el arriero, comenzando, a aflojarla carga de la jadeante mula.

El caballero se desmontó y tendiendo su pellón colorado sobre un grueso tronco sustentado por estacas y emparejado con tierra, se sentó, mientras el arriero, desenjalmaba y recogía el aparejo, y el criado arrimaba las maletas contra la negra y hendida pared de la choza. Salió de la cocina una mujer con enaguas azules y camisa blanca, en cuyo rostro brillaban sus ojos bajo unas pobladas cejas, como lámparas bajo los arcos de un templo obscuro; y dirigiéndose al viajero, le dijo:

-¿Por qué no entra?

-Muchas gracias... ¡está su casa tan obscura!

-¿No trae vela?

-¿Vela yo?

-Pues vela, porque la que hay aquí, quién sabe dónde la puso mi mamá; y a obscuras no la topo. Y si la dejan por ahí, ¡harto dejarán los ratones! ¡Conque se comen los cabos de los machetes, y hasta nos muerden de noche! Pero si tiene tantica paciencia voy a sacar luz para buscarla.

Ya tenían arrimados los baúles los compañeros del viajero, cuando salió la casera de la cocina con un bagazo encendido. El bagazo seco y deshilachado (la vela de los pobres), era como una hoguera, y a su luz brillantísima pudo nuestro viajero examinar la mezquina fachada de la choza y la figura de la patrona. Era ésta de talle delgado y recto, de agradable rostro y pies largos y enjutos; sus modales tenían soltura y un garbo natural, como lo tienen los de todas las hijas de nuestras tierras bajas.

-Cuando la vela, con gran pesar de los ratones, estuvo alumbrando la salita, los criados introdujeron los trastos; y sobre la cama que el paje había formado con el pellón y las ruanas, se recostó el viajero fumando —3→ su cigarro, y lamentándose, por intervalos, del cansancio y del estropeo.

-¡Hombre, José! ¡qué caminos!, decía a su criado que ya se había recostado también sobre la enjalma, ¡si tú vieras los de los Estados Unidos! ¡Y las posadas de allá; eso todavía! Estoy todo desarmado aquí donde tú me ves. ¡Qué saltos! ¡qué atolladeros! No creía llegar vivo a esta magnífica posada.

-Y en esas tierras que su merced mienta, ¿no son caminos provinciales y nacionales como los nuestros?

-¿Como éstos? Allá va volando uno en un tren que lleva todas la comodidades de la vida civilizada.

-Pero la Pólvora en que su merced bajó el monte es superior para los viajes. Tiene un paso trochado, y un modo de bajar los escalones, y de atravesar los sorbederos!.... Y recuerde su merced que un mero día desde Bogotá hasta aquí.

-¡Un día! Allá hubiéramos hecho en una hora esta misma jornada, y no a saltos y barquinazos, como tú dices, sino acostado sobre cojines.

-¿Conque qué tal le va?, preguntó el arriero a su patrón, entrando a colgar los cabezales de las bestias.

-Ya puedes suponer..., y tú, ¿de dónde vienes?

-De manear las mulas y esconderlas; porque como dice el dicho, «más vale contarles las costillas que los pasos.» Y por lo que hace a mi acomodo, yo en cualquier parte quedo bien. Pienso dormir debajo del llar sobre la enjalma, porque adentro no cabríamos los tres, con ñua Estefana, su familia y sus cluecas.

-¿Y por qué se te ocurrió llamar posada a esta choza y hacerme pernoctar en ella?

-¿Y en qué otra parte? ¡Sólo que en la casa grande de la Soledad!... Su merced me dijo que las casas grandes tenían sus inconvenientes para pasar la noche.


mariaaaa92: muchas gracias
josegomezpacheco93: app Streep sopa tonto
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