Los profetas que invitaron al pueblo de Israel a esperar la llegada del Salvador son
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Respuesta:
Explicación:
Durante siglos los profetas de Israel habían predi-cho la venida de un Mesías. Desde Adán hasta Malaquías, los profetas hablaron del día en que el Dios de Israel vendría a la tierra, tomaría sobre sí carne y se tornaría en su Salvador y Redentor. La profecía de Isaías representa la idea de un Mesías y el sentir que existía entre el pueblo del convenio:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” (Isaías 9:6-7.)
Sin embargo, cuando llegó el día tan largamente esperado, la mayoría del pueblo judío no solamente rehusó ver que las profecías se habían cumplido, sino que rechazó al Mesías. La nación se había hundido en una obscuridad espiritual tan profunda que no podía percibir siquiera que la Luz del Mundo estaba entre ellos.
El apóstol Juan escribió diciendo acerca de Jesucristo lo siguiente: “Luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo”, y sin embargo, “el mundo no le conoció. A lo suyo vino [a su pueblo, los judíos], y los suyos no lo recibieron”. (Juan 1:9-11.)
El vocablo Mesías viene del hebreo Meshiach, que significa “ungido”. El equivalente griego es Christos. Ambos vocablos llevan la idea de uno que es ungido por Dios. El vocablo hebreo Yeshua (Jesús en griego) significa “Salvador”, o “liberador”. Las dos palabras combinadas denotan “aquel que es ungido por Dios para salvar o librar al pueblo”.
Decenas de profecías claramente indicaron la venida de este Mesías, y Jesús dio cumplimiento a todas ellas. Entonces ¿por qué los judíos lo confundieron, lo desestimaron, lo rechazaron como si fuera alguién sin ningún valor? Esperaban que viniera su Mesías, alguien que los liberara; sin embargo, crucificaron a Aquel en quien se cumplían todas las palabras de los profetas. ¿Por qué? La respuesta se encuentra parcialmente en que comprendamos la esperanza que Israel tenía sobre la venida del Mesías.