LOS POBRES ME HAN EVANGELIZADO.
-María, ve a ver quién llama a la puerta. Esta frase de mi Padre ha quedado grabada en mi memoria. Era una noche de invierno de 1929, Tenía siete años. Acababa de estudiar mis lecciones y me disponía a ir a la cama. Nada parecía que iba a turbar la habitual calma de aquel pueblecito de Geneston, situado al Oeste de Francia, donde Vivian mis padres. -María, ve a ver quién llama a la puerta. Entraron dos hombres venían sucios y tenías aspectos de cansados. Uno de ellos era muy joven, de unos 18 años. Se presentaron “obreros sin trabajos que iban a Burdeos en busca de colocación”. Mi madre les calentó una sopa, y les saco un pan grande y unas salchichas. Se sentaron en torno a la mesa. Yo permanecí de pie. Solo veía uno: el mas joven. Su gorra desgastada, sus ojos brillantes, los pelos de su barba mal repartidos por la cara, sus orejas enrojecidas por el frio. Por primera vez sentí vergüenza de ser feliz. Aquel rostro era un grito en mi corazón de niño..
1¿Cómo se comporta su padre con aquellos obreros sin trabajo?
2. ¿De qué forma este niño recibió su primera lección de cómo hay que ayuda y compartir?
3. Si estos visitantes hubiesen tocado la puerta de tu casa como hubiese respondido? Explique.
4. Haz una lista de 5 cosas importantes que debería transmitir una familia.
Respuestas a la pregunta
Contestado por
0
Respuesta:
por suerte no?
Explicación:
espero que ayude okno
Otras preguntas