Religión, pregunta formulada por pursg, hace 1 año

los pecados de los hijos de eli

Respuestas a la pregunta

Contestado por Quinchoa
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Espero qie ye sirva. Bueno La Biblia nos dice que los hijos de Elí eran sacerdotes que estaban en la casa de Dios, pero eran hombres impíos. ¿Será posible que lo mismo esté ocurriendo hoy día en nuestras iglesias? Es hora de limpiar la casa... Latinoamérica se está despertando para descubrir que hoy es el día de la presencia de Dios, el día para la manifestación de la gloria de Dios. Latinoamérica se está despertando para no conformarse más con simples ritos y tradiciones. América Latina hoy tiene más hambre que nunca por un mover genuino del Espíritu Santo. Algunos han pensado que este mover tiene que ver con la música. Hoy tenemos más música que nunca en toda la historia de nuestro continente y damos gracias a Dios por eso. Algunos erróneamente han pensado que el despertar espiritual radica en tener nueva música. Yo me pregunto si eso es realmente así. He estado en lugares donde las ersonas cantan y cantan por horas, pero salen igual que como entraron. Me da la impresión que no es la música ni más libros lo que necesariamente trae el avivamiento a Latinoamérica. Me da la impresión de que tiene que ser algo más. En uno de los momentos más cruciales del pueblo de Israel, la Biblia nos relata una doble historia. Se trata de la historia de un pueblo que se apartó de Dios y el testimonio de cómo el Padre levantó a un hombre para que trajera el despertar espiritual a Su pueblo. Es la crónica de los hijos de Elí y el profeta Samuel. Samuel fue el fruto de un encuentro que su madre tuvo con Dios. Una mujer que no podía tener hijos y que año tras año ofrecía sacrificio -- una mujer donde se perpetuaba la religión. Año tras año seguía en las mismas costumbres, pero no cambiaba. Llegó el día que su desesperación fue tan grande que aquella mujer entró al templo, se tiró al suelo y lloró la última gota de aflicción que había en su corazón. Entre sollozos le expresó: "Señor, si tú no me das un hijo me muero. Yo no me levanto de aquí hasta que no hagas algo conmigo". ¡Oh que nuestras canciones pudieran tener tal intensidad! ¡Qué no necesitáramos de repertorios de 20 canciones para conseguir un toque del Espíritu Santo en una persona! Ana en silencio hizo más que cualquier melodía. Ana fue tocada por Dios y entonces nació Samuel. Ella simplemente pidió un hijo y no sabía que Dios le estaba dando uno de los profetas más grandes que tocaría y cambiaría la historia de Israel para siempre. Pero cuando Dios describe la época en que hace nacer a Samuel nos enseña que lo hizo nacer como la esperanza en medio de una noche espiritual en Israel. Samuel se convirtió en la punta de la lanza dentro de un mover que confrontó la religiosidad de Israel. Con todo el corazón pienso que esta es una palabra profética para Latinoamérica.

pursg: gracias pero solo quiero los pecados no todo el resumnen
Contestado por btsarmy2007
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El pecado de los hijos de Elí

12 Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.

13 Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes,

14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.

15 Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.

16 Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza.

17 Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

18 Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino.

19 Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.

20 Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa.

21 Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.

22 Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

23 Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes.

24 No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.

25 Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir.

26 Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.

27 Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?

28 Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y llevase efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.

29 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

30 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.

31 He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa.

32 Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel; y en ningún tiempo habrá anciano en tu casa.

33 El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril.

34 Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día.

35 Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.

36 Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me agregues a alguno de los ministerios, para que pueda comer un bocado de pan.

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