Los ojos hacen algo más que ver Después de cientos de miles de millones de años pensó en él, de pronto, como Ames. No en la combinación de longitud de onda que, a través del universo, era ahora el equivalente de Ames, sino en el sonido en sí. Le volvía un leve recuerdo de ondas sonoras que ya no oía y ya no podía oír. El nuevo proyecto aguzaba su recuerdo de tantas y tantas cosas de eones y eones de antigüedad. Redujo el vórtex de energía que sumaba el total de su individualidad y sus líneas de energía se tendieron hasta más allá de las estrellas. Le llegó la señal de respuesta de Brock. Por supuesto que se lo diría a Brock. Seguro que podía decírselo a alguien. El plano de energía cambiante de Brock comunicó. —¿Es que no vienes, Ames? —Claro que sí. —¿Tomarás parte en la competición? —Sí –las líneas de energía de Ames latieron irregularmente–. Seguro que sí. Ya he pensado en una nueva forma de arte. Algo realmente inusitado. Por un momento, Brock cambió de fase y perdió la comunicación, así que Ames tuvo que apresurarse a ajustar sus líneas energéticas. Al hacerlo captó el paso de otros pensamientos, la vista de la empolvada Galaxia resaltando del terciopelo de la nada, y las líneas de energía latiendo en incesantes multitudes de energía-vida, tendidas entre las galaxias. —Por favor –dijo Ames–, absorbe mis pensamientos, Brock. No cierres. He pensado en manipular materia. ¡Imagínatelo! Una sinfonía de materia. ¿Por qué molestarse con energía? Claro que en energía no hay nada nuevo, ¿cómo puede haberlo? ¿No te demuestra eso que debemos trabajar con la materia? —¡Materia! La dejé con la palabra en la boca. No estaba dispuesto a escuchar ni una excusa más. Decía que quería ayudarme, pero, lejos de eso, siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Me encerré en mi despacho, puse música clásica y… Juan la dejó con la palabra en la boca. Sentía que en realidad se lo tenía bien merecido, porque, aunque decía que quería ayudarlo, nunca lo hacía y siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Se encerró en su despacho, puso música clásica y… La dejó con la palabra en la boca. Se veía que no estaba dispuesto a escuchar ni una excusa más. Ella, por su lado, siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Él se encerró en su despacho, puso música clásica y… 3 | Lenguaje y Literatura Guía de autoaprendizaje 7.o grado Ames interpretó las vibraciones energéticas de Brock como expresión de asco. Preguntó: —¿Por qué no? También nosotros fuimos materia hace..., hace..., por lo menos mil billones de años. ¿Por qué no fabricar objetos de materia, de formas abstractas? Oye, Brock, ¿por qué no hacer una imitación de nosotros mismos en materia tal como fuimos? —No recuerdo cómo era eso –dijo Brock–. Nadie lo recuerda. —Yo sí –contestó Ames enérgicamente–. No he estado pensando en otra cosa y estoy empezando a recordar, Brock, deja que te lo enseñe. Dime si tengo razón. Dímelo. —No. Es una tontería. Es… repulsivo. —Déjame intentarlo, Brock. Hemos sido amigos, hemos pulsado energía juntos desde el principio…, desde el momento en que nos volvimos lo que somos. Brock, ¡por favor! […] Isaac Asimov Luego de la lectura, responde: • Explica de qué trata el texto. • ¿Quiénes son los personajes principales? • ¿Qué tipo de personajes son (humanos, extraterrestres, robots…)? Argumenta tu respuesta. • ¿Cuál es el ambiente físico? Agrega ejemplo textual. • ¿Cuál es el ambiente psicológico? Agrega ejemplo textual. • ¿Qué tipo de narrador presenta? Agrega ejemplo textual.
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