los motivos del lobo argumento
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El poema “ Los motivos del lobo” trata de un varón bondadoso celestial llamado San Francisco de Asis y el Lobo de Gubbia, una bestia temerosa de sangre y robo, y ojos del mal que ha devorado corderos, pastores, es decir son incontables sus muertes y daños.
Respuesta:
San Francisco de Asís conoce que hay un lobo que está asolando la zona. No perdona viejos, mujeres, niños o ganado. Los daños son enormes. Ni los mejores cazadores pueden hacer nada. Francisco va en su busca hasta su guarida. Allí el lobo le sale al paso. Ante él se calma. El santo le pregunta el por qué de tanta sangre y muerte.
El lobo responde que él busca comida para pasar el invierno, para vivir y porque es su condición. El lobo critica que el ser humano caza, es cruel con los animales y muchas veces lo hace no porque tenga hambre, lo hace por diversión. El lobo lo hace por necesidad. Francisco de Asís entiende al lobo y lo que hace. Se da cuenta que no es por maldad.
Es por ello que le pide que no mate más y él hará que nunca les falte la comida, que no tenga necesidad de ser malo. Él acepta. Ante Dios él le da la mano y el lobo la pata en señal de acuerdo. El lobo, sumiso, sigue al santo ante el asombro de los aldeanos. Ante ellos les habla del acuerdo y la obligación de ellos de alimentarlo. El lobo no volverá a atacar a nadie y a nada. El lobo, paciente, se va con Francisco al convento.
Durante un tiempo todo está bien, cumpliendo el lobo su promesa. Pero cuando el santo se va un tiempo el lobo vuelve a ser el que era y provocar el miedo y el terror en los aldeanos. Al volver el santo sabe de lo ocurrido y va nuevamente tras el lobo. Lo llama y éste sale nuevamente su encuentro. El santo le pide que explique el porqué de la vuelta ser el lobo que era antes.
Ante esta pregunta, el lobo le dice que él obedecía los votos del convento, pero al entrar en las casas de los aldeanos, conoció lo más oscuro del ser humano, su maldad, los pecados que le impresionaron. Además, él fue maltratado pe ponía la otra mejilla y sumiso era, más maltratado era nuevamente. Eso le hizo sentir la maldad dentro de él y aceptar su condición de lobo, de animal. Es lo que es y no puede cambiarlo. El santo lo deja y acepta lo que ha dicho. Se va profundamente triste, desconsolado. Aun así reza por él a Dios, por su alma, por su salvación.
Explicación: