Los monasterios: Centros Culturales.
La vida en los monasterios estaba perfectamente regulada: se rezaba y se trabajaba. Sin embargo, no todos los monjes se dedicaban a la misma labor. Unos trabajaban en los huertos, otros se dedicaban al trabajo artesanal, y había algunos que se dedicaban a una empresa eminentemente cultural: copiaban, decoraban y encuadernaban los manuscritos que contenían las grandes obras del saber clásico.
Estos manuscritos o códices, escritos con plumas de oca, se adornaban con miniaturas policromadas (flores, paisajes y personajes) y eran celosamente guardados en las bibliotecas de los monasterios. En los monasterios también funcionaban las únicas escuelas de la época. En ellas los futuros monjes y muchos laicos, estudiaban las primeras letras.
Expresiones de fervor religioso.
• La fe
Con las reformas eclesiásticas, la Iglesia católica alcanzó un poder supremo en el siglo XII. Su triunfo se debió, también, a la ola de fervor cristiano que envolvió a las clases más humildes.
La fe se fundaba en la esperanza de una vida mejor. La veneración a la Virgen, a los santos y a las reliquias que, según se creía, podían obrar milagros, e difundió por toda la cristiandad. Por otro lado, la Iglesia orientaba a sus feligreses, evitando que cayeran en herejías o falsas creencias. Para conseguirlo contaba con dos poderosas armas: la excomunión y la Inquisición.
A través de la excomunión se expulsaba de la Iglesia a todo aquél que no obedecía sus órdenes. El excomulgado no podía recibir sacramentos, y quedaba fuera de la ley divina. La excomunión fue el peor castigo de la Edad Media.
Por otro lado, en el siglo XII se fundó la Inquisición: un tribunal eclesiástico que investigaba a la gente de fe dudosa. Para lograr información los inquisidores torturaban a los acusados. Los castigos variaban según el pecado: desde pasear a lomo de un burro con una soga en el cuello y un gorro puntiagudo llamado sambenito hasta ser quemado en la hoguera.
• Las peregrinaciones
Una de las manifestaciones del apego de la sociedad feudal a las creencias religiosas fueron las peregrinaciones: viajes que los fieles, tanto ricos como pobres, realizaban a pie a diferentes santuarios religiosos y que duraban meses o años.
Los centros más importantes de peregrinación fueron Roma, capital espiritual de la cristiandad; Jerusalén, donde se hallaba el Santo Sepulcro, y Santiago de Compostela, donde se creía que estaba enterrado el apóstol Santiago.
Los cristianos peregrinaban por causas muy diversas. Algunos cumplían penitencias o una promesa, otros buscaban la purificación, y otros lo hacían por curiosidad o por el deseo de comerciar en los lugares a los que llegaban los peregrinos.
• Reliquias y herejías
Una de las manifestaciones de la piedad medieval fue el culto a las reliquias; la devoción a los restos de un santo, sus huesos o algún objeto relacionado con él. El cáliz del cual bebió Jesús en la última cena, El Santo Grial, fue una de las reliquias más buscadas, pero nunca fue hallado. Según el evangelio de San Juan, el judío José de Arimatea reclamó el cuerpo de Cristo para enterrarlo, y se llevó, también, el Santo Grial que, con el tiempo, se perdió. El Santo Grial fue el origen de muchos relatos medievales, y también, de algunas herejías.
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Mucho texto mi reyna pa que te puedan responder la verdad, creo :v
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