¿Los incas contaminaron las aguas del mar? ¿Por que?
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Respuesta:
El Perú es un país con costa, sierra, amazonía y mar, es multicultural y megadiverso, con abundante recursos hídricos y una gran tradición milenaria en la gestión del agua. El imperio inca que se extendió por seis países sudamericanos, logró satisfacer la demanda hídrica de una población de más de diez millones de habitantes, respetando ―¡adorando!― la naturaleza.
El arribo de los españoles en el siglo XVI derrumbó este importante logro socioambiental. Se instauró una nueva sociedad basada en el mercantilismo y la explotación desmedida de los recursos naturales y el lucro fácil, por medio de un nefasto gobierno que oprimió a la población andina, ocasionando serios problemas sociales que aún persisten hasta hoy.
Desde el Virreinato hasta la República, se publicaron numerosas normas relacionadas al agua. El investigador peruano Edilberto Guevara[1], menciona: 1. Cédula Real del emperador Carlos V de España (1536); 2. Reglamento de Aguas valles de Chicama, Moche y Virú (1660); 3. Reglamento de Cerdán, Juez de Aguas de Lima (1793); 4. Código de Aguas (1902); 5. Ley que crea la Dirección General de Aguas e Irrigación - Ministerio de Fomento (1911); 6. Ley 17752 General de Agua (1969); 7. Decreto Ley 25902, que funda el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) (1992); 8. Decretos Legislativos 997 y 1081, que crean la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Sistema Nacional de Recursos Hídricos (SNRH), respectivamente (2008); 9. Ley de Recursos Hídricos 29338, que promueve la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (2009) y 10. Decreto Supremo 001, que aprueba su Reglamento (2010); 11. Política de Estado Nº 33 de los Recursos Hídricos, aprobado por el Acuerdo Nacional (2012), entre muchos otros dispositivos.
Este resumido marco jurídico más la ciencia y la tecnología actual no ha permitido lograr la seguridad hídrica y alimentaria en el Perú, como si lo fue hace quinientos años, en el que hasta era posible brindar al viajero alimento y agua en los tambos[2], ubicados estratégicamente a los largo de 30 mil kilómetros del camino sagrado del Qhapaq Ñan, que recorría el Tahuantinsuyo.
Los quechuas valoraron el agua en su real dimensión política, social, económica, cultural, religiosa y ambiental, como fuente de vida y en íntima relación con la naturaleza. Comprendieron que su gestión era integral, sistémica y multidisciplinaria, necesitando de la “astronomía, geología, hidrología, geografía, ingeniería civil, hidráulica, economía, agronomía”, tal como lo señala el portugués Luis Ribeiro[3] y sumando el conocimiento ancestral, que les ayudó también en la prevención de desastres naturales, y la adaptación, mitigación y resiliencia ante los efectos del cambio climático, que podría ser aplicado en la actualidad, lógicamente en una nueva realidad y contexto sociocientífico y técnico.
Los incas alcanzaron la prosperidad en base a solo tres leyes: ama sua (no seas ladrón); ama llulla (no seas mentiroso.) y ama quella (no seas ocioso); y, tres valores: yachay (el saber), munay (el amor) y llank’ay (el trabajo).
[1] Guevara, Edilberto (2016). ‘Evolución histórica de la gestión de los recursos hídricos en el Perú’. En: Revista Iberoamericana del agua (RIBAGUA). Volumen 15, pags.319 – 334. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú.
[2] Albergues y reservas de alimentos y combustible para viajeros imperiales, chasquis, soldados, etc. Ver: Chacaltana-Cortez, Sofía (2015). Los tambos incas: el caso de Camata Tambo, Valle Alto de Moquegua. En: file:///C:/Users/Usuario/Downloads/269-Article%20Text-1071-1-10-20170202.pdf
[3] Ribeiro, Luis. EL AGUA EN LAS CIVILIZACIONES INCA E PRÉ-INCAS: MITO, CIÊNCIA Y TECNOLOGIA. CVRM, Instituto Superior Técnico, Universidad de Lisboa. Ver aquí.
Explicación:
me das corona