los gentes en de forma grupa
Nivel 2
1. Calcula un numero al cual primero lo devo a
cuba resultado le agrego 9 y le extraigo lara
cuadrada, al resultado o divdo entre 3 para lue
go restare 1 y por timo, a resultado o devo
cuadrado, obteniendo como resultado fina
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación
Respuesta:
Cátedra de La Paz – Octavo Grado
Actividad #2
Hacer la lectura “La Isla Bajo el Mar” de la escritora Isabel Allende y responder las preguntas
que se encuentran al final del documento.
La Isla Bajo el Mar
Esa mañana Valmorain paseaba con el doctor Parmentier por el estrecho sendero del jardín, que
dividía los parches geométricos de arbustos y flores, explicándole que después del huracán del
año anterior debió plantar todo de nuevo, pero la mente del médico estaba en otra parte.
Parmentier carecía de ojo artístico para apreciar las plantas decorativas, las consideraba un
despilfarro de la naturaleza; le interesaban mucho más las feas matas del huerto de Tante Rose,
que tenían el poder de sanar o matar. También le intrigaban los encantamientos de la curandera,
porque había comprobado sus beneficios en los esclavos. Le confesó a Valmorain que más de
una vez había sentido la tentación de tratar a un enfermo con los métodos de los brujos negros,
pero se lo impedía su pragmatismo francés y el miedo al ridículo.
- Esas supersticiones no merecen la atención de un científico como usted, doctor –se burló
Valmorain.
- He visto prodigiosas curaciones, mon ami, tal como he visto a gente morirse sin causa alguna,
sólo porque se creen víctimas de magia negra.
- Los africanos son muy sugestionables.
- Y también los blancos. Su esposa, sin ir más lejos…
- ¡Hay una diferencia fundamental entre un africano y mi esposa, por mucho que esté
desquiciada, doctor! No creerá que los negros son como nosotros, ¿verdad? –lo interrumpió
Valmorain.
- Desde el punto de vista biológico, hay evidencia de que lo son.
- Se ve que usted trata muy poco con ellos. Los negros tienen constitución para trabajos pesados,
sienten menos dolor y fatiga, su cerebro es limitado, no saben discernir, son violentos,
desordenados, perezosos, carecen de ambición y sentimientos nobles.
- Se podría decir lo mismo de un blanco embrutecido por la esclavitud, Monsieur.
- ¡Qué argumento tan absurdo! –sonrió el otro, desdeñoso-. Los negros necesitan mano firme.
Y conste que me refiero a firmeza, no a brutalidad.
- En esto no hay términos medios. Una vez que se acepta la noción de la esclavitud, el trato viene
a dar lo mismo –lo rebatió el médico.
- No estoy de acuerdo. La esclavitud es un mal necesario, la única forma de manejar una
plantación, pero se puede hacer de forma humanitaria.
- No puede ser humanitario poseer y explotar a otra persona –replicó Parmentier.
- ¿Nunca ha tenido un esclavo, doctor?
- No. Y tampoco lo tendré en el futuro.