Los diferentes elementos que se requiere para que funcione una fabrica es para hoy ayudenme
Respuestas a la pregunta
Hoy en día las empresas están compitiendo como nunca antes, se les presentan retos sin precedentes y tienen menos tiempo para desarrollar e incubar nuevas ideas que ayuden a crear soluciones que satisfagan las necesidades de los consumidores, muchos de ellos con altas expectativas. Por ello recurren a la fábrica de software, pues la competencia ha alcanzado niveles que fragmentan la industria y se materializa en nichos y micronichos de mercado. La disrupción digital, los ciclos de innovación reducidos, las nuevas clases de competencia, el incremento de las expectativas de los clientes y la disminución de los costos son tan solo algunos de los retos a los que los empresarios y emprendedores se enfrentan. Aquí algunos detalles sobre la experiencia del consumidor y su cambio con la tecnología.
Las compañías han cambiado profundamente en comparación a lo que eran en el pasado. Ahora los negocios están preparados y enfocados en el constante cambio de los elementos micro y macro que se presentan.
Esta empresa moderna se caracterizan por estar en contacto con sus consumidores 24/7 para encontrar nuevas formas de competir. Interna y externamente, remueve la fricción en cada nivel. Y se enfocan en los resultados, no en el proceso.
Lo más importante es que la empresa moderna es potencializada por softwares. ¿Es una nueva manera de visualizar a los consumidores?
Te invito a leer: Cómo mejorar la experiencia del cliente mediante el uso de tecnologias.
El origen de la fábrica de software
El origen de las fábricas de software se ubica, probablemente, al final de la década de los años 60, cuando Hitachi fue fundada bajo el nombre de Hitachi Software Works. A partir de allí y a lo largo de los años, una fábrica de software se caracteriza por ser una empresa de programación, cuya misión es el desarrollo de software para el cliente final o para un tercero, a través de servicios profesionales tecnológicos, utilizando las buenas prácticas de trabajo colaborativo para entornos simples a complejos, con requisitos específicos o cambiantes y poco definidos.