los casos que se realizaron con los mensajes
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La fabricación en cadena, con la que Ford revolucionó la industria automovilística, era una
apuesta arriesgada, pues sólo resultaría viable si hallaba una demanda capaz de absorber su
masiva producción; las dimensiones del mercado norteamericano ofrecían un marco propicio,
pero además Ford evaluó correctamente la capacidad adquisitiva del hombre medio
americano a las puertas de la sociedad de consumo.
Siempre que existiera esa demanda, la fabricación en cadena permitía ahorrar pérdidas de
tiempo de trabajo, al no tener que desplazarse los obreros de un lugar a otro de la fábrica,
llevando hasta el extremo las recomendaciones de la «organización científica del trabajo» de F.
W. Taylor. Cada operación quedaba compartimentada en una sucesión de tareas mecánicas y
repetitivas, con lo que dejaban de tener valor las cualificaciones técnicas o artesanales de los
obreros, y la industria naciente podía aprovechar mejor la mano de obra sin cualificación de
los inmigrantes que arribaban masivamente a Estados Unidos cada año.
Los costes de adiestramiento de la mano de obra se redujeron, al tiempo que la
descualificación de la mano de obra eliminaba la incómoda actividad reivindicativa de los
sindicatos de oficio (basados en la cualificación profesional de sus miembros), que eran las
únicas organizaciones sindicales que tenían fuerza en aquella época en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, la dirección de la empresa adquiría un control estricto sobre el ritmo de
trabajo de los obreros, regulado por la velocidad que se imprimía a la cadena de montaje. La
reducción de los costes permitió, en cambio, a Ford elevar los salarios que ofrecía a sus
trabajadores muy por encima de lo que era normal en la industria norteamericana de la época:
con su famoso salario de cinco dólares diarios (desorbitado según sus competidores ya que
duplicaba el salario medio habitual) se aseguró una plantilla satisfecha y nada conflictiva, a la
que podía imponer normas de conducta estrictas dentro y fuera de la fábrica, vigilando su vida
privada a través de un «departamento de sociología». Los trabajadores de la Ford entraron,
gracias a los altos salarios que recibían, en el umbral de las clases medias, convirtiéndose en
consumidores potenciales de productos como los automóviles que Ford vendía; toda una
transformación social se iba a operar en Estados Unidos con la adopción de estos métodos
empresariales.
Finalmente, Ford estableció a escala nacional una tupida red de concesionarios que mantenían
con la central una estrecha relación, ya que en muchos casos incluso se fundaron las base
Explicación: