Los amigos de Dios en la historia de la Salvación
Los patriarcas, reyes y jueces, al igual que a los profetas, también fueron considerados amigos de Dios.
142 Por su revelación, “Dios invisible habla a los hombres como amigo, movido por su gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía”. (DV 2)
La respuesta adecuada a esta invitación es la fe.
143 Por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela (cf. DV 5). La Sagrada Escritura llama “obediencia de la fe” a esta respuesta del hombre a Dios que revela (cf. Rom 1,5; 16,26). Catecismo de la Iglesia Católica
• ¿Qué virtud compartían los patriarcas, reyes, jueces y profetas, ante la revelación de Dios?
Aprendiendo para actuar
La historia de la salvación se puede dividir en tres grandes tiempos históricos: el tiempo de Israel, el tiempo de Jesucristo y el tiempo de la Iglesia (DGC 108, CCE 54-64).
• El tiempo de Israel comienza propiamente desde Abra- ham, padre de los creyentes, cuando se nos narra la elección de este y de su pueblo, los elegidos por Dios para iniciar su plan de salvación, la cual fue prometida en el destierro de Adán y Eva y que va revelando al hombre a través de esta historia hasta los profetas, tam¬bién elegidos por Dios como Isaías y Jeremías, quienes anuncian constantemente, a pesar de las adversidades que pasan, la inminente llegada del Salvador.
• El tiempo de Jesucristo inicia con su Encarnación en María, la mujer que con su sí inició este tiempo para conocer ya no al Dios de lo alto y lejano que no es¬cuchaba las oraciones de su pueblo, sino de un Dios que se acerca al hombre en la persona del Hijo, convi¬viendo con nosotros en todo menos en el pecado para cumplir con su misión, de salvarnos del pecado y la muerte eterna, ofreciendo su vida en la cruz y, luego, dándonos la esperanza de la vida eterna con su re¬surrección, prometiéndonos que estaría con nosotros hasta el fin del mundo.
• El tiempo de la Iglesia, desde la venida del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés. Se inicia aquí la vida de la Iglesia, depositaría de la tradición y la reve¬lación, administrando los sacramentos, signos visibles del amor de Dios, y continuando la misión salvadora de Jesús, anunciando la Buena Nueva a los hombres hasta la segunda venida del Salvador: la parusía.
• Busca información en internet y amplía la información de uno de estos tiempos históricos de la salvación. Hazlo en tu cuaderno
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amigo, solo te pido esto
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