Localización de una fractura abierta, y una fractura cerrada, de acuerdo a la epifisis, metafisis y diafisis
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Los huesos largos se pueden dividir anatómicamente en tres partes principales: la diáfisis, las epífisis y las metáfisis.
La diáfisis es la parte más extensa del hueso, que corresponde a su zona media.
Las epífisis son los dos extremos, más gruesos, en los que se encuentran las superficies articulares del hueso. En ellas se insertan gran cantidad de ligamentos y tendones, que refuerzan la articulación.
Las metáfisis son unas pequeñas zonas rectangulares comprendidas entre las epífisis y la diáfisis. Sobre ellas se encuentra el cartílago de crecimiento de los niños.
Así, las fracturas pueden ser, según su localización:
Epifisarias: (localizadas en las epífisis). Si afectan a la superficie articular, se denominan fracturas articulares y, si aquélla no se ve afectada por el trazo de fractura, se denominan extraarticulares.
Cuando la fractura epifisaria se produce en un niño e involucra al cartílago de crecimiento, recibe el nombre de epifisiólisis.
Diafisarias :(localizadas en la diáfisis). Pueden afectar a los tercios superior, medio o inferior.
Metafisarias: (localizadas en la metáfisis). Pueden afectar a las metáfisis superior o inferior del hueso.