lista de la hechos de la leyenda de la marimonda no se debe hablar
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Mas el Runcho no hizo caso y siguió destrozando cuanto árbol encontraba. Al poco tiempo, los campesinos notaron que el río bajaba con menos agua, y que en el monte se oían con menos frecuencia los gritos de los loros y los cantos de los mirlos.
Camino al rancho, Jacinto siguió pensando qué haría con sus naranjitos recién sembrados y sin agua para regarlos. Ya oscurecía, y por detrás del monte se veía salir una luna redonda y amarilla. Tan preocupado estaba, que no se dio cuenta del alboroto que armó su perro Canijo al verlo. Pronto observó que el animal estaba muy inquieto: gruñía y ladraba, daba vueltas alrededor de su amo y le mordía el pantalón tratando de guiarlo hacia el camino que llevaba al monte. Jacinto sintió la angustia de Canijo y decidió seguirlo. Después de echarse la bendición varias veces, subió por el camino detrás del perro, que no dejaba de ladrar y gruñir.
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