Libertad y justicia: dos atributos básicos de la vida republicana
Distintas tradiciones de pensamiento han subrayado la importancia de determinados valores o principios que habrían de servir como pilares para la conformación del orden social. Asimismo, debería resultar evidente que si bien uno puede abrazar un conjunto amplio de valores y principios, estos pueden entrar en colisión en determinadas circunstancias concretas. No todo lo que consideramos bueno o deseable es posible de modo simultáneo y, en muchas ocasiones, se presentan dilemas éticos que hay que abordar.
En el mundo de la política moderna ha habido una constante disputa entre la afirmación de la libertad humana (o de las libertades) como una finalidad superior y la afirmación de la justicia como una posible alternativa. Si bien es evidente que sacrificar la libertad en favor de la justicia deriva en situaciones en las que, finalmente, no ha de existir ninguna de las dos (como fue el caso de las dictaduras de izquierda del siglo XX), de ello no se desprende necesariamente que sea posible sacrificar la justicia en aras de la libertad
(o de algunas libertades) sin que eso merme de modo radical el propio orden democrático, como lo ha demostrado la experiencia humana de las últimas cuatro décadas, donde en aras de las libertades económicas
se han producido niveles de concentración de riqueza y poder que socavan el propio orden democrático, o simplemente se han sacrificado libertades civiles, políticas y sociales fundamentales como lo muestran
diversas dictaduras de derecha, que lamentablemente muchas veces son exhibidas como modelos a seguir.
En ese sentido, es importante recordar que los dos grandes valores de la vida democrática obedecen al doble carácter que tiene la humanidad en tanto seres individuales que vivimos en comunidad. Socavar el
sentido de individualidad en aras del “bien común” ha sido el pretexto esgrimido por innumerables dictaduras, y es evidente que un “bien común” que repose sobre lo opresión de las personas no puede ser
considerado como tal; del mismo modo, socavar nuestra socialidad produce una sociedad enajenada en la que la propia construcción y desarrollo de los proyectos individuales quedan totalmente relegados.
Nuestra individualidad y nuestra socialidad son dos atributos indesligables de la especie humana y se manifiestan en nuestras predisposiciones, que simultáneamente tienen tintes egoístas y altruistas.
Buscar una sociedad de personas libres supone niveles básicos de justicia sin los cuales dicha libertad resulta una entelequia. Asimismo, buscar una sociedad justa supone reconocer las libertades fundamentales de las
personas sin las cuales la propia noción de justicia queda desvirtuada.
El reconocimiento simultáneo de nuestra individualidad y nuestra socialidad lleva inevitablemente a la búsqueda permanente de la libertad y la justicia, así como a entender que ninguna de estas puede existir sin la otra.
ACTIVIDADES:
1.- ESTABLEZCA LA ESTRUCTURA QUE PRESENTA EL TEXTO: IDENTIFIQUE LA INTRODUCCIÓN CON LA TESIS, EL DESARROLLO CON EL TIPO DE ARGUMENTO Y LA CONCLUSIÓN. UTILICE COLORES DISTINTOS Y SEÑALE CADA UNO.
2.- CONTESTE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
a. ¿Cuál es la disputa, en la política moderna, entre libertad y justicia?
b. ¿Qué ha sucedido con los valores de Libertad y Justicia en las dictaduras de izquierda?
c. ¿Es posible sacrificar la justicia por la libertad? ¿Cuáles serían las consecuencias sociales?
d. ¿Qué produce sobreponer el bien común sobre el bien individual?
e. ¿Qué podemos realizar para que nuestra sociedad sea más justa socialmente sin sacrificar ninguna clase de libertad?
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qe laRgOoOo
Explicación:
mUchO textO
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