Leyenda de Amancay ¿cuál es el conflicto de esta historia?
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Respuesta:
La leyenda del Amancay
“Quien da una flor de Amancay está ofrendando su corazón”. Decían los indígenas vuriloches. Y a quien preguntara el porqué de esa creencia le contaban esta leyenda.
El pueblo vuriloche vivía cerca de Ten-Ten Mahuida, que hoy se conoce como cerro Tronador. En aquel entonces, el hijo del cacique era un joven llamado Quintral. No había muchacha en la región que no suspirara al mencionar sus actos de valentía, su físico vigoroso o su voz seductora. Sin embargo, a Quintral no le interesaban los halagos femeninos. Él amaba a una joven humilde llamada Amancay, aunque estaba convencido de que su padre jamás lo dejaría desposarla. El joven guerrero no imaginaba a Amancay también sentía por él un profundo amor y que no se animaba a expresarlo porque pensaba que su pobreza la hacía indigna de un príncipe. Tanto amor inconfesado afrontaría pronto una dura prueba.
Un día, se declaró en la comunidad una epidemia de fiebre que nadie sabía cómo curar. Quienes caían víctimas de la enfermedad deliraban hasta la muerte. Los que permanecían sanos pensaban que se trataba de malos espíritus y comenzaron a alejarse de la aldea.
A los pocos días, Quintral también cayó enfermo. El cacique, que velaba junto a su hijo sin temor al contagio, lo escucho murmurar, el pleno delirio, un nombre: “Amancay….”.
No le llevó mucho tiempo averiguar quién era y saber del amor secreto que sentían el uno por el otro. Decidido a buscar cualquier cosa que le devolviera la salud a su hijo, mando a unos guerreros a que la trajeran.