Religión, pregunta formulada por cielomeza01, hace 18 horas

LEER Y RESPONDER LAS PREGUNTAS


Viajar a la Luna


Algunos instantes después, los tres compañeros ocupaban su puesto en el proyectil y habían ya atornillado interiormente la tapa. La boca del Columbiad, entera- mente despejada, se abría libremente hacia el cielo. Nicholl, Barbicane y Michel


Ardan se hallaban definitivamente encerrados en su vagón de metal. ¿Quién sería capaz de pintar la ansiedad universal llegada entonces a su paroxismo? La Luna avanzaba en un firmamento de límpida pureza, apagando al pasar el centelleo de las estrellas. Recorría entonces la constelación de Géminis, y se hallaba casi a la mitad del camino del horizonte y el cenit. No había, pues, quien no pudiese comprender fácilmente que se apuntaba delante del objeto, como apunta el cazador delante de la liebre que quiere matar y no a la liebre misma. […] Un silencio im- ponente y aterrador pesaba sobre toda la escena. ¡Ni un soplo de viento en la Tierra! ¡Ni un soplo en los pechos! Los corazones no se atrevían a palpitar. Todas las mi- radas convergían azoradas en la boca del Columbiad.


Julio Verne, De la Tierra a la Luna.


Desde el origen de los tiempos, la Luna ha provocado en los seres humanos una gran fascinación. Ha sido consi- derada diosa de la noche, promotora de encantamientos y capaz de cambiar las conductas de personas y animales, según la fase en la que se encontraba. Su presencia enig- mática ha inspirado a músicos, pintores y escritores. Así, en 1865, el novelista francés Julio Verne publicó su obra De la Tierra a la Luna, en la que describía, con grandes dosis de imaginación, cómo podría llevarse a cabo este viaje fantástico, en el que unos intrépidos viajeros eran lanzados al espacio por medio del cañón Columbiad.


La conquista de la Luna


Ya había pasado algo más de un siglo cuando, el 16 de julio de 1969, los astronautas Armstrong, Aldrin y Collins, a bordo de la nave Apolo XI, hicieron realidad el sueño de Julio Verne: por primera vez en la historia, el ser humano puso sus pies en la Luna. De hecho, parecía que los ingenieros que habían diseñado el viaje hubieran querido reproducir, casi paso a paso, la aventura ideada por el famoso novelista francés.


Son muchas las frases pronunciadas en aquel viaje que han quedado para la posteridad. Una de ellas, dicha por Armstrong tras dejar la órbita terrestre, evoca la capa- cidad de asombro del astronauta ante la visión única de nuestro planeta:


«Al mirar ese planeta azul supe que cualquier otro oasis o no existía o estaba demasiado lejos, y que el camino de retorno pasaba por él.»


Las palabras de Armstrong recogen la profunda admiración que sintió al encontrarse en una situación excepcional en la historia humana, y la expresan utilizando una simbología muy sugestiva: compara el cosmos con el desierto, que ha de ser atravesado en un viaje, y que simboliza la vida misma. Pero esa extensión de polvo de estrellas que constituye el universo tiene un punto de referencia que jalona y marca la ruta: nuestro planeta Tierra.


Armstrong da a entender que no se puede hacer esa travesía sin dejar de partir o de pasar por el planeta azul, el hogar y el oasis al que, siempre que alguien viaje por el desierto sideral, ha de volver.


Para los astronautas, el viaje a la Luna no supuso la des- trucción del mito que representaba ese astro; lo impor- tante para ellos fue el encuentro con el Misterio que los llevó a redescubrir nuestra propia nave, el planeta azul, la Tierra, y su carácter irreductiblemente único y excep- cional.


La Tierra, símbolo de la Creación


Los astronautas viajaron a Ia Luna, que antiguamente había sido para Ios humanos una diosa misteriosa, un símboIo deI Iado oscuro de Ia naturaIeza. AI IIegar aIIí, probablemente Iograron desvelar un misterio. Pero Io que en realidad Ies impactó, una vez en Ia Luna, fue Ia maraviIIa y Ia hermosura deI pIaneta que habitamos. Se dieron cuenta, quizá más que nadie, de Ia importancia que tiene para nosotros Ia Tierra, eI Iugar donde vivimos. Nuestro pIaneta, eI pIaneta de Ia vida, a su vez, hace presente de modo simbóIico eI misterio de Ia Creación.


FÍJATE


La Luna, además de ser un astro, ha sido un símboIo para todas Ias cuIturas.

¿Significa aIgo para ti, además de Io que ya conoces de eIIa gracias a Ia ciencia?

¿Has contemplado aIguna vez Ia Iuna IIena en una noche estreIIada? ExpIica,en pocas paIabras,Ios sentimientos que te suscita.

PREGÚNTATE


En tu cuaderno expIica por qué Ia experiencia de Armstrong, después de pisar Ia Luna y contempIar nuestro planeta desde aIIí, puede IIegar a ser tan impactante para un ser humano.

Describe alguna experiencia que hayas vivido y que te haya impresionado. ¿Ha tenido consecuencias en tu vida? ExpIica cuáIes en tu cuaderno.

RESPONDE


¿Qué sentimientos te inspira Ia contemplación deI SoI, de Ias estreIIas, de Ios pIanetas...?

Responde en tu cuaderno:

¿Por qué decimos que Ia Creación es un misterio?

¿Qué dice Ia ciencia acerca deI origen deI universo?

¿Conoces aIguna otra manera de expIicar ese origen

DOY CORONA

Respuestas a la pregunta

Contestado por libermanuelbohorquez
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Respuesta:

1 astronomía por qué es una profesión

2porque se sabe de manera concreta no se sabe de manera precisa cómo se creó este caso el mundo o cómo es que se originó el universo y es por eso que hay muchas teorías proponiendo posibles soluciones

3La teoría que mejor describe el origen del Universo es la del “Big Bang”. En la propuesta el Universo completo estaba concentrado en un mismo punto, a partir del cual empezó a expandirse, desde las partículas elementales en los primeros milisegundos, hasta las galaxias que se pueden observar hoy en día.

4La historia habitual del Universo tiene un principio, un desarrollo y un final. Comenzó con el Big Bang hace 13.800 millones de años, cuando el Universo era pequeño, cálido y denso. Luego, en una microfracción de segundo, ese universo se expandió mil millones de veces a través de un proceso llamado "inflación cósmica".25 ene 2020

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