leer Mateo 19:16-22 Responde: ¿Qué perdió este joven por tener su tesoro en sus posesiones?
Respuestas a la pregunta
Este relato del Evangelio es discutido frecuentemente, y es encontrado en formas ligeramente distintas en los tres Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) Uno podría interpretar la reacción del hombre joven como que trató de cumplir con lo que Jesús le pedía, hasta que fue incapaz de hacerlo y tuvo que irse muy triste. Sin embargo no hay duda que el hombre tenía muchas posesiones, a las cuales él estaba muy apegado como para seguir a Jesús.
Esta parábola nos invita a preguntarnos: ¿cuáles de mis posesiones me podría estar de cierta manera reteniendo para seguir a Cristo?
Rezo por la gracia de ver más claramente aquellas cosas que me están impidiendo entregarme por completo al servicio de Cristo.
Es interesante comprobar que los mandamientos que Jesús recita al joven rico, no incluyen los primeros tres, todos los cuales se refieren a nuestra relación con Dios. En cambio, Él enumera los que se refieren a nuestra relación entre nosotros. El mensaje es claro: no vivimos aislados/as. El amor por nuestro prójimo es la puerta para la vida eterna.
¿Cuáles amarras en mi vida me dificultan una relación más profunda con mi prójimo y con Dios? El joven estaba actuando lo mejor posible, pero se dio cuenta de que faltaba algo, de que algo lo hacía retroceder. A pesar de sus mejores esfuerzos, Jesús no lo había animado, sino que le había pedido que enfrentara la verdad. Mis momentos de oración a veces me ponen en contacto con un mensaje de Jesús, una palabra de Dios, que me desafía y me da una cierta pena: puedo darme cuenta de que Dios está menos interesado en lo que hago que en lo que me estoy convirtiendo. Jesús me llama más allá de mi actividad y me invita a tener con Él una relación más profunda.