Leer el siguiente texto argumentativo y resalta en él su estructura.
El libro (Adaptación) De los diversos instrumentos del hombre, el más
asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo.
El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono, de la
voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el
libro es otra cosa: es una extensión de la memoria y de la imaginación. En
César y Cleopatra, un libro de Bernard Shaw, cuando se habla de la
biblioteca de Alejandría, se dice que es la memoria de la humanidad. Eso es
el libro y es algo más: la imaginación. Porque, ¿qué es nuestro pasado sino
una serie de sueños? ¿Qué diferencia puede haber entre recordar sueños y
recordar el pasado? Esa es la función que realiza el libro. La palabra oral
tiene algo de alado, de liviano; alado y sagrado, como dijo Platón. Todos los
grandes maestros de la humanidad han sido maestros orales. La antigüedad
clásica no tuvo nuestro respeto del libro, aunque sabemos que Alejandro de
Macedonia tenía bajo su almohada La Ilíada y la espada, esas dos armas.
Le debemos tanto a las letras. Yo tengo ese culto del libro. Yo sigo jugando
a no ser ciego, sigo llenando mi casa de libros. Pienso que el libro es una de
las posibilidades de felicidad. Tomar un libro y abrirlo. ¿Qué son las palabras
acostadas en un libro? ¿Qué son esos símbolos muertos? Nada. ¿Qué es un
libro si no lo abrimos? Es simplemente un cubo de papel y cuero, con hojas;
pero si lo leemos ocurre algo raro, creo que cambia cada vez.
Cada vez que leemos un libro, el libro ha cambiado, la connotación de las
palabras es otra. Además, los libros están cargados de pasado. Si leemos un
libro antiguo es como si leyéramos todo el tiempo que ha transcurrido desde
el día en que fue escrito y nosotros. Por eso conviene mantener el culto del
libro. El libro puede estar lleno de erratas, podemos no estar de acuerdo con
las opiniones del autor, pero todavía conserva algo sagrado, divino, no con
respeto supersticioso, pero sí con el deseo de encontrar felicidad, de
encontrar sabiduría. Se habla de la desaparición del libro; yo creo que es
imposible. Se dirá qué diferencia puede haber entre un libro y un periódico o
un disco. La diferencia es que un periódico se lee para el olvido, un disco se
oye asimismo para el olvido, es algo mecánico y por lo tanto frívolo. Un libro
se lee para la memoria. Extractos de una conferencia pronunciada por Jorge
Luis Borges en la Universidad de Belgrano el 24 de mayo de 1978, publicada
al año siguiente en el libro Borges oral. Buenos Aires: Emecé Editores /
Editorial de Belgrano
Respuestas a la pregunta
Leer el siguiente texto argumentativo y resalta en él su estructura.
El libro (Adaptación) De los diversos instrumentos del hombre, el más
asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo.
El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono, de la
voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el
libro es otra cosa: es una extensión de la memoria y de la imaginación. En
César y Cleopatra, un libro de Bernard Shaw, cuando se habla de la
biblioteca de Alejandría, se dice que es la memoria de la humanidad. Eso es
el libro y es algo más: la imaginación. Porque, ¿qué es nuestro pasado sino
una serie de sueños? ¿Qué diferencia puede haber entre recordar sueños y
recordar el pasado? Esa es la función que realiza el libro. La palabra oral
tiene algo de alado, de liviano; alado y sagrado, como dijo Platón. Todos los
grandes maestros de la humanidad han sido maestros orales. La antigüedad
clásica no tuvo nuestro respeto del libro, aunque sabemos que Alejandro de
Macedonia tenía bajo su almohada La Ilíada y la espada, esas dos armas.
Le debemos tanto a las letras. Yo tengo ese culto del libro. Yo sigo jugando
a no ser ciego, sigo llenando mi casa de libros. Pienso que el libro es una de
las posibilidades de felicidad. Tomar un libro y abrirlo. ¿Qué son las palabras
acostadas en un libro? ¿Qué son esos símbolos muertos? Nada. ¿Qué es un
libro si no lo abrimos? Es simplemente un cubo de papel y cuero, con hojas;
pero si lo leemos ocurre algo raro, creo que cambia cada vez.
Cada vez que leemos un libro, el libro ha cambiado, la connotación de las
palabras es otra. Además, los libros están cargados de pasado. Si leemos un
libro antiguo es como si leyéramos todo el tiempo que ha transcurrido desde
el día en que fue escrito y nosotros. Por eso conviene mantener el culto del
libro. El libro puede estar lleno de erratas, podemos no estar de acuerdo con
las opiniones del autor, pero todavía conserva algo sagrado, divino, no con
respeto supersticioso, pero sí con el deseo de encontrar felicidad, de
encontrar sabiduría. Se habla de la desaparición del libro; yo creo que es
imposible. Se dirá qué diferencia puede haber entre un libro y un periódico o
un disco. La diferencia es que un periódico se lee para el olvido, un disco se
oye asimismo para el olvido, es algo mecánico y por lo tanto frívolo. Un libro
se lee para la memoria. Extractos de una conferencia pronunciada por Jorge
Luis Borges en la Universidad de Belgrano el 24 de mayo de 1978, publicada
al año siguiente en el libro Borges oral. Buenos Aires: Emecé Editores /
Editorial de Belgrano
la diferencia de una xonferencia 1989