Leemos el final del relato y comprobamos nuestras hipótesis. El vampiro de sussex conclusión —demuéstreme esto, señor holmes, y estaré en deuda con usted para siempre. —permítame contarle, entonces, el curso de mis razonamientos. La idea de un vampiro me resultaba absurda. Y, sin embargo, su observación era precisa. Usted había visto a la dama levantarse de junto a la cuna del niño con sangre en los labios. ¿no se le ocurrió que puede chuparse una herida con propósitos distintos al de extraer sangre? ¿por ejemplo, para sacar de ella un veneno? —¡veneno! —cosa corriente en sudamérica. Cuando vi en la pared de la sala un pequeño carcaj vacío junto al arco de cazar pájaros, eso me lo confirmó. Si el niño resultaba pinchado con una de esas flechas impregnadas en curare u otro veneno, moriría a menos que se lo extrajera de la herida. ¡y el perro! si alguien fuera a usar un veneno como ese, ¿no lo probaría primero para comprobar que no había perdido sus virtudes? esto encajó en mi reconstrucción. ¿entiende ahora? su mujer temía un ataque de esa clase. Vio que se producía, y salvó la vida del niño; y, sin embargo, no quiso contar- le a usted la verdad, porque sabía cuánto quiere usted al muchacho, y temió romperle el corazón. —¡jacky! —le estuve observando hace unos momentos, cuando usted acariciaba al pequeño. Su cara se reflejaba claramente en la ventana. Vi en esa casa tantos celos, tanto odio cruel, como raras veces he visto en un rostro humano. Tiene usted que afrontarlo, señor ferguson. Es todavía más penoso por cuanto ha sido un amor exagerado hacia usted, y probablemente hacia su difunta madre, el que le ha inducido a actuar. Su alma entera está consumida por el odio a ese espléndido niñito, cuya salud y belleza contrastan con su propia deficiencia. —¡santo dios! ¡es increíble! —¿he dicho la verdad, señora? ella asintió, llorando. —¿cómo podía decírtelo, bob? sabía qué golpe sería para ti. Ferguson estaba junto a la cama, conteniendo los sollozos. —creo, watson, que es el momento de marcharnos dijo holmes en un susurro ahora añadió cerrando la puerta detrás de si podemos dejar que arreglen entre ellos lo que queda pendiente.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
sta es otra aventura misteriosa e intrincada como todas las del famoso detective SherlockHolmes, escrita por el mítico Sir Arthur Conan Doyle.
En esta ocasión, la disputa surge al tener este caso en el que SherlockHolmes recibe dos cartas diferentes narrando la historia de cómo el Sr. Ferguson teme por la vida de su bebé, pues ha visto a su madre bebiendo la sangre de su hijo.
A partir de esta impresión, Ferguson piensa que su esposa ha enloquecido o peor, que es un vampiro.
Al parecer la mujer no ha dado explicación alguna y ha sido vista en esta actividad, el propio bebé tiene las heridas que le ha propiciado su madre y ya es angustiante saber qué está pasando.
Ferguson ya tiene un hijo adulto de otro matrimonio, tiene 15 años.
Cuando Holmes va a la casa, nota la existencia de algunas armas que se tienen de colección. Empieza sus deducciones y nota que este caso será difícil para Ferguson.
Es así como se da cuenta que Jack ha tomado reprimendas contra el bebé y no lo quiere en la casa, está celoso de él y de este matrimonio con esta nueva mujer, por lo que ha usado el veneno de los dardos de las armas contra el bebé.
Por eso el comportamiento extraño de la madre al succionarle la sangre, y no querer decir nada obedece al hecho de que es el propio hijo de Ferguson que está llevando a cabo esto.
Esta situación es pesaroza pero es resuelta por Holmes, desenmarañando el misterio.
Explicación:
Respuesta:
lo q tienes q hacer hay es nada coronita ⭐