(Leelo todo)
Israel se le hizo muy difícil confiar únicamente en Dios y aguardar a que él enviase un salvador en cada una de las situaciones de peligro. Ellos querían tener un caudillo permanente, un rey. Samuel era un juez enviado por Dios. Preguntó al pueblo: _ ¿Quieren ustedes inclinarse ante un hombre, trabajar para él, pagarle impuestos? Y los representantes de las tribus dijeron: _ Queremos ser como los demás pueblos. Que un rey nos diga lo que es justo y lo que no es justo. Que un rey sea nuestro jefe en tiempo de guerra. Entonces Samuel, por encargo de Dios, ungió a Saúl por rey de Israel. Dios le concedió su Espíritu. Saúl habría sido siempre un buen rey, si hubiese confiado de corazón en Dios. Pero no quiso fiarse de nadie, ni siquiera de Dios. Se llenó de tristeza y se extravió. Dios no estaba ya con él. Por eso no era capaz de acaudillar y defender al pueblo de Israel. (1 Sm 8-15) David era el hijo menor de Jesé. Estaba cuidando de las ovejas, cuando llegó Samuel a ungirle por rey. David era buen pastor. Conocía y amaba a sus ovejas y no corría atemorizado cuando un león o un oso aparecían rugiendo. David era valiente. Siendo muchacho se enfrentó a un grandullón forzudo, llamado Goliat, que se burlaba de los israelitas y de Dios. David puso una piedra en su honda, la hizo girar velozmente sobre su cabeza y la lanzó, alcanzando en medio de la frente al gigante, que cayó a tierra. Los enemigos tuvieron miedo y huyeron. Durante algún tiempo, David vivió con el rey Saúl. Cuando éste estaba triste, David tocaba y cantaba. Como Dios estaba con David, éste era capaz de vencer a sus enemigos, por lo que fue nombrado jefe del ejército. Saúl tuvo envidia de David y quiso eliminarlo, por lo que durante años tuvo que ocultarse. Los filisteos atacaron a Israel y le vencieron, muriendo Saúl y sus tres hijos. (1 Sm 16-31) Después de la muerte de Saúl, David fue proclamado rey de todo Israel. Conquistó Jerusalén y la convirtió en capital de su reino. Hizo traer el Arca de la Alianza con las Tablas de la Ley. David confiaba en Dios y quería guardar la alianza concertada con Dios. Una vez hizo una cosa mala, confesó su culpa y pidió perdón a Dios. Quiso construir un templo para Dios, pero el profeta Natán le dijo que sería su hijo quién lo construiría. Por su generosidad, Dios le prometió que, cuando él muriera, su hijo reinaría sobre el pueblo de Dios. (2 Sm 7)
Según el texto bíblico ¿Qué mira Dios a la hora de elegir un hombre o una mujer para elegir como autoridad? Explica brevemente. ¿Qué pasa en nuestra vida cuando no cumplimos con nuestra función para la cual hemos sido elegido por Dios? Fundamenta tu respuesta. David quiere construir un templo a Dios, porque quiere lo mejor para Él. ¿Nuestras autoridades y ciudadanos piensan y trabajan para que nuestra sociedad sea más justa y fraterno, es decir, para que Dios viva entre nosotros? Explica.
Respuestas a la pregunta
1:Dios nos ha dicho por medio de Sus profetas que somos libres de escoger entre el bien y el mal. Podemos elegir la libertad y la vida eterna al seguir a Jesucristo; también somos libres para elegir el cautiverio y la muerte como resultado de seguir a Satanás (véase 2 Nefi 2:27). Al derecho de escoger entre el bien y el mal, y de actuar según nuestra voluntad se le llama albedrío.
2: Creo firmemente en que los seres humanos fuimos creados con un propósito divino, que es individual y a la vez colectivo, es decir todos con el mismo objetivo y a su vez con la peculiaridad de cada individuo, del como llevar a cabo, que las personas conozcan a Jesús y sean salvos por ÉL. Por lo cual el propósito de Dios en nuestra vida siempre tiene estos dos ingredientes, el de Glorificar a Dios y el de añadir valor al prójimo. Ver (Mateo 22:34–40)
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