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La sexualidad en los humanos no sólo define una identidad o un rol de género; se relaciona con el erotismo, el placer, la intimidad, el amor y la reproducción. Ésta se vive, piensa y expresa, y al mismo tiempo rige las relaciones, especialmente en pareja. El cerebro es el órgano que orquesta gran parte de este proceso, pues es el encargado de generar, activar y procesar las acciones que la hacen posible.
El sexo se diferencia de distintas maneras, “a simple vista” por los órganos sexuales con los que cada quien nace (morfológico); a nivel social, porque brinda la cultura en que se desarrolla; el legal, otorgado por la ley a partir de la definición morfológica; y el cerebral que determina el proceso de formación de hormonas, genes y áreas que definirán la forma de vivir la sexualidad, ya sea como hombre o mujer, explicó Eduardo Calixto González, especialista en neurofisiología cerebral.
Una interrogante constante es ¿dónde está nuestra sexualidad? el investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM señaló que anatómicamente se encuentra en el cerebro, aunque depende de la activación del sistema límbico, encargado de gestionar las respuestas fisiológicas de los estímulos emocionales. Está modulado por la parte más inteligente que tenemos: el lóbulo frontal, que influye significativamente en la regulación de la conducta.
Es decir, es una lucha regulada entre lo que queremos hacer (sistema límbico) y lo que “debemos” hacer (corteza prefrontal); sin embargo, en esta batalla también intervienen las hormonas, ya que sin su liberación no sería posible disfrutar del acto sexual.
El especialista en sexualidad humana aseguró que por hormonas –mensajeras químicas– como la oxitocina, la testosterona, la progesterona y los estrógenos es que el cerebro masculino trabaja de forma diferente al femenino.
Por ejemplo: “los estrógenos contribuyen a que las mujeres sean exitosas, hermosas, adaptadas e inteligentes, digamos que biológicamente perfectas; pero luego ovulan y liberan progesteronas que las hace irritables, antojadizas, somnolientas y poco tolerables; esto se debe a que ambas hormonas dan distintas órdenes a la corteza cerebral en diferentes etapas”.
Por su parte, los hombres están en función de la testosterona que generalmente los hace más dominantes, celosos e inseguros, explicó el también académico de la UNAM.
Hormonas que generan emociones, terminales nerviosas que nos hacen sentir placer e influencias sociales que nos rodean, hacen posible que la experiencia sexual se disfrute, concluyó el especialista.

El cerebro humano se forma entre la tercera y quinta semana de gestación; en la octava y novena se organizan las neuronas, y el periodo para el desarrollo de la sexualidad humana se da entre la semana nueve y la dieciséis. Aquí se incrementa considerablemente la testosterona, que dependerá de si se expresa un cromosoma “X” o “Y”, y así comience a formarse un cerebro de hombre o mujer, explicó Eduardo Calixto.
A pesar de que las hormonas transfieren ciertos mensajes, siempre dependerá de las áreas del cerebro que se activen y manden órdenes o información a otras para que se actúe de una forma u otra.
Es por ello que el cerebro es considerado el principal órgano sexual, pues es quien manda, regula y recibe sustancias y mensajeros químicos que regirán en los otros órganos sexuales, terminaciones nerviosas; y además, influirá en las emociones y la mente.
Llena el cuadro respondiendo a cada una de las preguntas con 10 respuestas diferentes respecto al tema.
Ya que leiste la lectura pon:

¿Que se?
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¿Que aprendi?
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¿Que quiero saber?
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(pone diez cosas que quieras saber, que ya sabes y que aprendiste)

Doy corona a le mejor respuesta y mas entendible :) Grx

Answer 1

Respuesta:

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