Lee el texto denominado “El bruto de los mates” y luego clasifica en la siguiente tabla los sustantivos propios y sustantivos comunes.
Ese año en el colegio del barrio había nuevo profesor de
matemáticas, y también unos cuantos niños nuevos. Y uno de
estos niños nuevos era de lo más bruto que había visto nadie.
Daba igual lo rápido o despacio que le explicasen las cosas de
números, siempre terminaba diciendo alguna barbaridad: que si
2 y 2 son cinco, que si 7 por 3 eran 27, que si un triángulo tenía
30 ángulos...
Así que lo que antes era una de las clases más odiadas y aburridas,
se terminó convirtiendo en una de las más divertidas. Animados
por el nuevo profesor, los niños descubrían las burradas que decía
el chico nuevo y, con un ejemplo y sin números, debían corregirle.
Todos competían por ser los primeros en encontrar los fallos y
pensar la forma más original de explicarlos y para ello utilizaban
cualquier cosa, ya fueran golosinas, cromos, naranjas o aviones
de papel.
Al niño bruto parecía no molestarle nada de aquello, pero el
pequeño Luisito estaba seguro de que tendría que llevar la
tristeza por dentro. Así que un día decidió seguir al niño bruto a
su casa después del colegio y ver cuándo se ponía a llorar.
A la salida del cole, el niño caminó durante unos minutos, y al
llegar al pequeño parque, se quedó esperando un rato hasta
que apareció… ¡el profesor nuevo! Se acercó, le dio un beso, y
se fueron caminando de la mano. En la distancia, Luisito podía
oír que hablaban de matemáticas… ¡y el niño bruto se sabía
todo, y mucho mejor que ninguno en clase!
Luisito se sintió tan engañado que se dio una buena carrera
hasta alcanzarlos y se plantó delante de ellos muy enfadado.
El niño bruto se puso muy nervioso, pero el maestro, comprendiendo lo
que pasaba, explicó a Luisito que lo del niño bruto solo era un truco
para que todos los niños aprendieran más y mejor las matemáticas, y
que lo hicieran de forma divertida. Su hijo estaba encantado de hacer
de niño bruto, porque para hacerlo bien se lo tenía que aprender todo
primero, y así las clases eran como un juego.
Por supuesto, al día siguiente el profesor explicó la historia al
resto de los alumnos, pero todos estaban tan encantados con
sus clases de matemáticas, que lo único que cambió a partir de
entonces fue que todos empezaron a turnarse el papel del niño
bruto.
Respuestas a la pregunta
Contestado por
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Respuesta:
El bruto no sabe nada en el papel tienes que a ser como si fueras bruto
Explicación:
Dame ❤️
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