Lee el siguiente texto sobre el covid_19 y subrayo las ideas principales del documento.
⮚ Con estas ideas principales formo un breve resumen de 100 palabras
Los virus se multiplican rápidamente y por ello siempre se presentan nuevas
mutaciones, según afirma el Dr. William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas en Vanderbilt University Medical Center en Nashville y director médico de la National Foundation for Infectious Diseases.
La mayoría de estos diminutos cambios genéticos no tienen ningún impacto en el comportamiento del virus. Las nuevas variantes que los CDC están rastreando se destacaron por propagarse con mayor facilidad, dice Schaffner, de modo que pueden sustituir rápidamente a otras variantes del virus y asumir una presencia predominante.
¿Son más peligrosas las nuevas cepas?
Un estudio con revisión científica externa que se publicó en la revista BMJ el 10 de marzo halló que las personas infectadas con la variante B.1.1.7 del Reino Unido tienen entre un 32 y un 104% más probabilidades de morir que quienes contraen la cepa original del virus. Aún no resulta claro si las otras variantes se vinculan con una enfermedad más grave. Debido a que las variantes son más contagiosas, también es posible que puedan infectar a más personas más rápido, lo que puede aumentar las tasas generales de hospitalización y muertes.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los virus hacen copias de sí mismos en un proceso denominado replicación en el que, a veces, las nuevas copias presentan pequeños cambios. Estos cambios se denominan «mutaciones». Un virus que ha sufrido una o varias mutaciones es una «variante» del virus original.
Cuanto más circulan los virus, más susceptibles son de modificarse. Ocasionalmente esas modificaciones pueden dar lugar a una variante del virus que está mejor adaptada a su entorno en comparación con el virus original. Este proceso de modificación y selección de las variantes mejor adaptadas se denomina «evolución vírica».
Algunas mutaciones pueden conllevar cambios en las características de un virus, como alteraciones en la transmisión (por ejemplo, puede propagarse más fácilmente) o la gravedad (por ejemplo, puede provocar una enfermedad más grave).
Algunos virus mutan rápidamente y otros lo hacen más despacio. El virus SARS-CoV-2, que provoca la COVID-19, tiende a mutar más lentamente que otros, como el VIH o los virus gripales. Ello puede explicarse en parte porque posee un mecanismo interno de corrección de errores que le permite corregir «errores» durante la replicación. Los científicos siguen estudiando este mecanismo para tratar de entender mejor su funcionamiento.
¿Debemos inquietarnos por las mutaciones del SARS-CoV-2?
Es normal que los virus cambien, pero es un fenómeno que los científicos siguen estrechamente porque puede tener repercusiones importantes. Todos los virus, y también el SARS-CoV-2, el que provoca la COVID-19, cambian con el paso del tiempo. Hasta la fecha se han detectado cientos de variaciones de este virus en todo el mundo. La OMS y sus asociados han venido estudiándolas estrechamente desde enero de 2020.
La mayoría de los cambios afectan poco o nada a las propiedades del virus. Sin embargo, en función del lugar en que ocurren los cambios en el material genético del virus, pueden afectar a las propiedades de este, como la transmisión (por ejemplo, puede propagarse más fácilmente) o la gravedad (por ejemplo, puede provocar una enfermedad más grave).
La OMS y su red internacional de expertos hacen seguimiento de los cambios en el virus de modo que, si se detectan mutaciones importantes, la OMS puede dar a conocer cualesquiera modificaciones en las intervenciones que los países y las personas deben introducir para prevenir la propagación de esa variante. Las estrategias y medidas que recomienda actualmente la OMS siguen funcionando contra las variantes del virus detectadas desde el comienzo de la pandemia.
Explicación:
La mejor forma de limitar y suprimir la transmisión de la COVID-19 pasa por seguir tomando las precauciones necesarias para protegerse uno mismo y proteger a los demás.
¿De qué manera hace la OMS seguimiento para conocer las mutaciones del SARS-CoV-2?
Desde el principio de la epidemia, la OMS colabora con una red mundial de laboratorios especializados para ayudar a realizar pruebas y conocer mejor el virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.
Varios grupos de investigadores han secuenciado el SARS-CoV-2 y han compartido las secuencias en bases de datos públicas, entre ellas la GISAID. Gracias a esta colaboración mundial, los científicos pueden hacer mejor seguimiento del virus y las modificaciones que sufre.
La red mundial de laboratorios de la OMS para el SARS-CoV-2 ha establecido un Grupo de trabajo dedicado especialmente a la evolución vírica de este virus con el fin de detectar rápidamente las nuevas mutaciones y evaluar sus posibles repercusiones.
La OMS recomienda que todos los países incremente la secuenciación de virus SARS-CoV-2 de ser posible y que compartan en el ámbito internacional los datos de las secuencias para ayudarse mutuamente a monitorear la evolución de la pandemia y responder en consecuencia.
¿Cómo muta el SARS-CoV-2 cuando infecta a los animales y cuáles son las consecuencias de estas mutaciones?
El SARS-CoV-2 se transmite principalmente entre personas, pero se han registrado transmisiones entre personas y animales. Varios animales, como visones, perros, gatos domésticos, leones, tigres y mapaches japoneses han dado positivo en pruebas de detección del SARS-CoV-2 tras haber estado en contacto con personas infectadas.
En varios países se han notificado grandes brotes en granjas de visones. El SARS-CoV-2 puede sufrir mutaciones cuando infecta a estos animales. Y se ha observado que las variantes presentes en los visones pueden reinfectar a las personas que hayan estado en contacto directo con esos animales. Con todo, los resultados iniciales indican que las variantes del SARS-CoV-2 que se transmiten de los visones al ser humano tienen las mismas propiedades que las demás variantes.
Es necesario seguir investigando para saber si las variantes del SARS-CoV-2 presentes en los visones pueden dar lugar a una transmisión continua entre las personas y afectar negativamente a los instrumentos que utilizamos para combatirlo, como las vacunas.