lecciones aprendidas de la pandemia de la gripe española, aplicadas al contexto actual?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Una pandemia es una epidemia (detección de un número
de casos mayor de lo esperado) de distribución a nivel mundial,
que da idea de la difusión de una enfermedad pero no de la virulencia o patogeneicidad de un virus. El verdadero problema
de una pandemia es el fenómeno de la simultaneidad. Una
pandemia afecta de forma simultánea a un elevado número de
personas y de países desencadenando desequilibrios sanitarios,
sociales y económicos. La severidad de una pandemia depende
de la población afectada y patogeneicidad inherente al virus.
Una pandemia se produce cuando emerge un virus antigénicamente nuevo o que no ha circulado recientemente entre una
población humana que carece de memoria o respuesta inmunológica específica. Así, cuanto mayor sea la divergencia antigénica, mayor será la vulnerabilidad de la población expuesta.
Para que un virus gripal pueda originar una pandemia debe presentar capacidad para infectar a la especie humana, capacidad de transmisión sostenible persona-persona y tener su
propia morbi/mortalidad (establecido de acuerdo a los parámetros de virulencia definidos por fenómenos moleculares de
la hemaglutinina). El proceso es dependiente de la inmunidad
previa de la población. El virus de la gripe aviar que todavía no
ha conseguido por medio de mutaciones adaptativas originar
una transmisión sostenible persona-persona, no se presenta
como una cepa pandémica.
Aspectos epidemiológicos. Pandemias del siglo
XX-XXI
La más famosa es la pandemia del año 1918, llamada gripe española o gran pandemia por su duración, ocasionada por
la variante H1N1 que circuló entre la población mundial durante 40 años. Hasta el año 1933 no se aisló el virus de la gripe
y hasta entonces el diagnóstico sólo se sustentaba en criterios
epidemiológicos y clínicos, por lo que muchos de los casos anteriores podrían tener o no, relación con la gripe. En el año
1957 apareció el subtipo H2N2 originando la pandemia de gripe asiática. Este subtipo sustituyó al H1N1 precedente, y circuló entre la población hasta el año 1968 donde fue sustituido
por el subtipo H3N2 que prevalece hasta la actualidad. Sin embargo en el año 1977, aparece de nuevo el subtipo H1N1 (reintroducido con participación de la especie humano más que por
un fenómeno biológico), demostrando la posibilidad de coexistencia de dos subtipos simultáneos dentro de la población humana. Este hecho hasta entonces impensable, fue confirmado
más tarde con la aparición en el año 1997 del brote de gripe
aviar, ocasionado por el subtipo H5N1a, y ver la posibilidad de
que existieran tres virus circulando simultáneamente, y en el
año 2009, con la aparición de la nueva cepa H1N1n pandémica. Actualmente, ya contamos cuatro subtipos diferentes de
gripe A circulantes, con mayor intensidad según la zona geográfica de la que se trate. Además, de la gripe B que circula de
manera independiente.
Datos comparativos de las diferentes pandemias
La mayoría de pandemias y brotes importantes proceden
del sudeste-asiático (1957, 1968, 1997, 2003), a excepción de
la pandemia mal atribuida a España (1918) y la reciente gripe
H1N1A procedente de Centro América.
El índice de contagio (Ro) de la gripe del 1918-19, aunque
inicialmente se calculó como muy elevado, ha quedado finalmente establecido a un nivel similar al del resto de pandemias,
1957-58, 1968-69, 1977-78. Inicialmente la pandemia de la
nueva gripe H1N1n fue estimada en 2,3-3. Cálculos posteriores
la sitúan en 1,4-1,6 casos a partir de un caso índice, similar al
de cualquier otra pandemia pasada.
La mortalidad asociada a la pandemia de 1918 se estimó del
orden del 2-3% (exceso de mortalidad de 20-50 millones) pero
es muy difícil demostrar que todas las muertes fueran directamente atribuidas al virus, ya que, sin un diagnóstico de detección
viral pudieron ser consecuencia de otras patologías asociadas de
tipo bacteriano o vírico. El resto de pandemias posteriores demostraron tasas de mortalidad relativamente bajas, <0,2%, pero
no despreciables (exceso mortalidad de 1-4 millones en las pandemias del 57-58 y 68-69 y de 10.000 en la del 77-78). La mortalidad de la nueva pandemia es inferior al 0,1-0.2% y es dependiente de los segmentos de edad y de los países afectados
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