Castellano, pregunta formulada por bernalospitia27, hace 11 meses

lea Atentamente la fábula la rana que quería ser una rana auténtica del autor Augusto monterroso consulte el vocabulario desconocido y vuelvo a leer para comprender el sentido del texto​

Respuestas a la pregunta

Contestado por hirayine10
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Respuesta:

La rana que quería ser una rana auténtica; Augusto Monterroso

La Rana que quería ser una Rana auténtica

“Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.

Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena Rana, que parecía Pollo.”

Augusto Monterroso.

Este texto es una fábula escrita por Augusto Monterroso en 1969. Trata sobre una rana que quería ser una rana auténtica.

Augusto Monterroso es un escritor guatemalteco que nació en Tegucigalpa. Comenzó a publicar sus escritos en 1959 con Obras completas (y otros cuentos). Este autor se destaca por su inclinación por la parodia, la fábula y el ensayo; el humor negro y la paradoja. Recibió el premio Villaurrutía en 1975 y en 1988 la condecoración del Águila Azteca. En 1996 se le otorgó el premio Juan Rulfo de narrativa y reunió, en el volumen Cuentos, fábulas y Lo demás es silencio, toda su obra de ficción. Entre sus principales obras, además de Obras completas, están La oveja negra y demás fábulas (1969), La palabra mágica (1983) y Movimiento perpetuo (1972).

Monterroso escribió varias fábulas, ¿pero qué es una fábula? La palabra “fábula” viene del latín y significa “relato”. Generalmente los personajes son animales personificados, es decir, se les atribuye cualidades humanas. Se distinguen dos fábulas: la fábula clásica y la fábula moderna. La fábula clásica, escrita en verso, buscaba transmitir un mensaje aleccionador al final del texto. La fábula moderna, escrita en prosa, hace énfasis en la burla, en la ironía y en la ridiculización. Por lo tanto, en la mayoría de casos desaparece la moraleja y se abre un espacio para la interpretación de cada lector. El autor nos lleva a cuestionamientos y reflexiones.

“La Rana que quería ser una Rana auténtica”: el título de la fábula nos resume casi todo lo que pasa, porque, en pocas palabras, la historia trata de una Rana que quería ser original y auténtica. Lo intentó de todas las formas. Llegó hasta tal punto que se desvestía. Después, se dio cuenta de que todo el mundo admiraba sus piernas. Se las dejó arrancar y, a fin de cuentas, resultó siendo pollo, todo lo contrario de lo que buscaba.

Es importante enfatizar la primera oración: “Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello”. El protagonista de esta historia es la rana y Monterroso la escribe con mayúscula porque quiere convertir a la rana en un nombre propio. Él lo hace para personalizar a la rana, darle un valor personal. Con esto refuerza la idea de originalidad: no es cualquier rana, es la Rana, diferente de las demás. También, en la primera frase, el autor nos introduce, nos da indicios, de los temas de los cuales va a hablar, de los campos semánticos que va a desarrollar: el campo semántico del esfuerzo (“se esforzaba”), el campo semántico de la autenticidad (“auténtica”), el campo semántico de la perseverancia (“todos los días…”) y el campo semántico de la voluntad (“quería”) los cuales desarrollaré en este análisis más adelante. La rana quería intensamente ser auténtica, entonces se esforzaba todos los días. Por último, en la primera oración del texto el narrador comienza con la expresión “Había una vez”: el narrador nos da a entender, pienso yo, que este texto es también (como siempre lo ha sido la fábula) un cuento para niños, un cuento infantil. Además, se podría agregar que ese “Había una vez” nos sitúa en un tiempo remoto y no definido. Es decir la historia sucede en el pasado pero no se sabe cuando. Este efecto le da un toque fantástico y mágico al texto.

A lo largo del texto vemos varios marcadores de tiempo que nos permiten analizar la estructura del texto: “había una vez” (l.1), “al principio” (l.3), “unas veces” (l.5), “por fin” (l.7) y “un día” (l.11). Esta coherencia de tiempos nos permite ver un período, un lapso de tiempo que retoma la idea de relato/cuento (con comienzo… y final).

J

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