Biología, pregunta formulada por Usuario anónimo, hace 2 días

¿las vacunas se basa en conocimiento científico? Me ayudan ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por zuritarasgadoandrea
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Hola, si, la ciencia se llama virología
Contestado por es6migcas
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Respuesta:

La vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con ellas. Las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario.

Tras vacunarnos, nuestro sistema inmunitario produce anticuerpos, como ocurre cuando nos exponemos a una enfermedad, con la diferencia de que las vacunas contienen solamente microbios (como virus o bacterias) muertos o debilitados y no causan enfermedades ni complicaciones.

La mayoría de las vacunas se inyectan, pero otras se ingieren (vía oral) o se nebulizan en la nariz.

No existen pruebas que demuestren vínculo alguno entre las vacunas y el autismo u otros trastornos de su espectro. Ello se ha comprobado en numerosos estudios que han incluido a un número muy alto de individuos.

En 1998 se publicó un estudio que sembró dudas sobre la posible relación entre una vacuna triple (contra el sarampión, las paperas y la rubeola) y el autismo. Sin embargo, posteriormente se comprobó que el estudio presentaba numerosas deficiencias y era fraudulento. La revista que lo había publicado lo eliminó y a su autor se le retiró la licencia para ejercer la medicina. Por desgracia, este artículo asustó a algunas personas y las tasas de inmunización contra algunas enfermedades cayeron en determinados países, con la consiguiente aparición de brotes.

Es responsabilidad de todos difundir solamente información científica fiable acerca de las vacunas y de las enfermedades que previenen.

Las vacunas nos protegen durante toda la vida y en diferentes edades, desde el nacimiento hasta la edad infantil, durante la adolescencia y la edad adulta. La mayoría de los países proporcionan cartillas de vacunación, tanto a los niños como a los adultos, en las que se consignan las vacunas que han recibido y las nuevas vacunas o las dosis de refuerzo que se les deben administrar más adelante. Todos debemos asegurarnos de estar al día con la vacunación.

Explicación:

Las enfermedades infecciosas acaban con millones de vidas cada año. Los niños menores de cinco años, en especial en los países en desarrollo, son particularmente vulnerables. Aunque se han realizado progresos importantes gracias a las campañas mundiales de inmunización para muchas de estas enfermedades, la vacunación de las poblaciones beneficiarias resulta costosa y requiere un apoyo logístico notable. Todas las vacunas que recomienda en la actualidad la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tratar estas enfermedades (DPT –difteria, pertussis o tos ferina, y tétanos–, BCG –tuberculosis–, vacuna antipoliomielítica oral –poliomielitis–, fiebre amarilla –para los países expuestos– y sarampión), deben almacenarse en frío (entre 2ºC y 8ºC) para preservar su estabilidad y viabilidad. Esto puede aumentar significativamente el costo por cada dosis de estas vacunas y puede provocar que se desperdicie un buen número de dosis si se rompe la cadena de frío. Resulta igual o más importante el hecho de que puede resultar en que una cantidad importante de vacunas se administren tras haber perdido su eficacia, lo que deriva en pérdidas humanas. Se calcula que las vacunas ineficaces en el África al sur del Sáhara alcanzan o incluso superan el 40%. El año pasado, unos científicos británicos consiguieron un avance trascendental que “supone una forma simple y barata de estabilizar las vacunas, incluso a temperaturas tropicales”, mediante una tecnología que promete “revolucionar las medidas de vacunación”.

A principios de 2010, científicos del Jenner Institute (de la Universidad de Oxford) y de la empresa británica Nova Bio-Pharma Technologies llevaron a cabo un estudio de validación de concepto1 y demostraron que las vacunas que están desarrollando pueden estabilizarse durante meses mediante el Sistema Hipodérmico de Inyección Rehidratada (HydRIS) patentado por Nova.

“Ahora mismo las vacunas tienen que almacenarse en un refrigerador o congelador. Eso quiere decir que se necesita una clínica con un enfermero, un frigorífico y una fuente de electricidad, además de camiones con refrigeración para distribuirlas”, explica el Dr. Matt Cottingham, del Jenner Institute de la Universidad de Oxford, director del estudio. “Si se pudiesen enviar las vacunas a temperaturas normales, los costos se reducirían en gran medida y el acceso a las vacunas mejoraría extraordinariamente,” afirma. “Incluso se puede uno imaginar a un individuo en bicicleta transportando en una mochila varias dosis de vacunas hasta aldeas remotas.”

El equipo demostró que dos vacunas distintas desarrolladas con virus pueden almacenarse en membranas estabilizadas con azúcar durante 6 meses a 45ºC sin ningún tipo de merma. Si la temperatura es de 37ºC, al cabo de 12 meses la cantidad de vacuna viral recuperada de la membrana presenta pérdidas muy pequeñas

espero te ayude..............

mac345yjm y es6migcas

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