Las vacunas exponen a nuestro organismo a una cantidad muy pequeña y segura de bacterias o virus previamente debilitados o destruidos. Así, nuestro sistema inmunitario aprende a reconocer y atacar la infección en caso de que nos expongamos a ellos posteriormente en nuestras vidas. Como consecuencia, no resultaremos infectados o solo tendremos una infección leve. Esta es una forma natural de hacer frente a las enfermedades infecciosas. La dosis de una vacuna es de 0,05 cm3. Si se tiene cien millones de bacterias por centímetro cubico ¿Cuántas bacterias recibimos en una dosis? Expresa las cantidades en notación científica y realiza los cálculos necesarios.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
creo que es 0 o me parece que nada que ver
Respuesta:Las vacunas de virus vivos están compuestas de una versión debilitada de la bacteria o del virus responsable de la enfermedad. En algunos casos, las vacunas están compuestas de formas muertas del organismo. Estos organismos muertos se mataron como una manera de preservar su capacidad de proporcionar inmunidad o protección. En otros casos, se usa una toxina inactivada que está compuesta por la bacteria o una parte de la bacteria o del virus. Cuando se administra la vacuna, el sistema inmunitario detecta este germen debilitado o muerto, o parte del germen, y reacciona como lo haría cuando ocurre una nueva infección completa. Empieza formando anticuerpos contra el material de la vacuna. Estos anticuerpos permanecen en el cuerpo y están listos para reaccionar si ataca el organismo infeccioso real.
De cierta forma, la vacuna engaña al cuerpo para que piense que está siendo atacado, y el sistema inmunitario crea armas que proporcionarán una defensa cuando una infección real se vuelva una amenaza.
Algunas veces una dosis de una vacuna es suficiente para proteger a una persona, pero con frecuencia se necesitan más dosis. Algunos anticuerpos protegen de por vida, pero otros necesitan refuerzo. Por ejemplo, el anticuerpo contra el sarampión tiene una duración de por vida, pero el anticuerpo contra el tétanos puede debilitarse, así que las dosis de refuerzo son necesarias.
Algunos virus como el de la gripe pueden cambiar lo suficiente y volver inefectivos a los anticuerpos existentes. Es por eso que la vacuna contra la influenza es necesaria cada año.
Por cierto, los recién nacidos son inmunes a algunas infecciones debido a que han recibido anticuerpos de su madres. Pero esa inmunidad empieza a desvanecerse el primer mes de vida. Por esa razón, es muy importante seguir el programa de vacunación que su pediatra recomienda.
Así mismo, recuerde que los niños no obtienen ninguna inmunidad de sus madres contra algunas de las enfermedades infecciosas que combaten las vacunas infantiles, tales como la tosferina y la hepatitis. Esta es otra razón importante para seguir los lineamientos de vacunación de la American Academy of Pediatrics.