Las sociedades privadas se clasifican en
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Una empresa privada es una organización con fines de lucro que es propiedad de inversionistas particulares. Así, el socio mayoritario no necesariamente es una persona, sino que también puede ser otra compañía, siempre y cuando esta no pertenezca al Estado.
En otras palabras, una empresa privada debe estar controlada por un individuo o por una entidad que no forme parte del gobierno. En cambio, una empresa pública sí es dirigida por el Estado.
Cabe aclarar que se puede hablar de empresa privada en el sentido que no cotiza en el bolsa de valores. De esa forma, no está obligada a compartir su información financiera con potenciales inversionistas, es decir, con la sociedad en general
Característica de la empresa privada
Las principales características de la empresa privada son:
Es una organización con fines de lucro. Es decir, desarrolla una actividad económica como la producción, distribución o venta de algún bien o servicio. Esto, con el objetivo de obtener ganancias .
Puede pasar a ser una empresa pública en caso de ser estatizada.
Puede conformarse a partir de la privatización de una empresa pública o cuando se rompe el monopolio que posee el Estado en un mercado.
Puede competir con la empresa pública.
El hecho que sea privada no significa que la empresa no deba rendir cuentas a las autoridades, especialmente, cuando se trata de actividades clave para el desarrollo del país como educación o salud.
Está obligada a pagar impuestos al gobierno y a garantizar para sus trabajadores todos los beneficios que establece la ley.
Con todo cabe aclarar que hablamos de empresa privada con fines de lucro, por diferenciarla de fundaciones u ONGs. ¿Podría existir una empresa privada sin fines de lucro? Sí, pero no tendría mucho sentido.
Tipos de empresa privada
Existen principalmente cuatro tipos empresa privada
Empresa unipersonal: Es una institución con un solo dueño y accionista. Este individuo tiene control total sobre la organización y debe responder sobre los financiamientos adquiridos.
Asociación: Es similar al caso anterior, solo que la firma está conformada por dos o más personas. Estas deben responder por la totalidad de las obligaciones financieras de la sociedad.
Sociedad de responsabilidad limitada: Los accionistas no son responsables personalmente de la deuda la compañía. Así, solo están obligados a responder, cada uno, por el monto equivalente a su participación en la empresa. Lo anterior lo podemos explicar con un ejemplo. Imaginemos que la participación que posee José Vinatea en la compañía YU equivale a US$ 50.000. Entonces, si la empresa quiebra y debe cancelar su deuda, Vinatea solo está obligado a pagar hasta US$ 50.000.
Sociedad anónima: Es similar a una sociedad de responsabilidad limitada. Sin embargo, su capital no se divide en participaciones, sino en acciones. Dichos títulos, a su vez, pueden comprarse y venderse en el mercado de valores, es decir, son transferibles.
Cabe acotar que tanto en las sociedades de responsabilidad limitada como en las sociedades anónimas la propiedad de la empresa y la administración de la misma caen en diferentes manos. Por un lado, la Junta de Accionistas es la que reúne a los dueños de la corporación. En tanto, la gerencia es la encargada de dirigir el negocio.
Explicación:
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