Las situaciones difíciles y adversas siempre han formado parte de la vida del ser humano y la sociedad. De alguna forma estas situaciones han contribuido a desarrollar las habilidades y actitudes de las personas, que se han enfrentado a las tragedias con actitud positiva y trabajo en equipo, sobreponiéndose y reduciendo los riesgos producidos por estas. Existen varias experiencias de familias y comunidades que gracias a la organización, y esfuerzos compartidos con sus autoridades frente a los problemas y adversidades han aprendido a levantarse, y en algunos casos, volver a empezar y salir adelante. Un ejemplo es la comunidad de San Andrés. Sus pobladores, entre ellos hombres, mujeres y niños, enfrentaban un problema grave, el agua no era potable. Las madres de familia decían que el agua estaba sucia y hacía daño a las niñas y los niños, quienes se enfermaban frecuentemente a pesar de consumirla hervida. Esto empezó a preocupar a las autoridades y a la población, quienes se organizaron para construir un pequeño reservorio. En poco más de dos meses, el reservorio estaba listo, lo que les permitió tratar el agua e instalar algunas piletas comunales para su consumo. Esto trajo gran regocijo a la comunidad, ya que las niñas y los niños ya no se enfermaban, y consumían agua potable. Este caso nos demuestra que la iniciativa, el deseo de superación y el trabajo coordinado y en equipo son fundamentales para afrontar cualquier reto. resumen plis :,v 20 puntasos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
la sociedad. De alguna forma estas situaciones han contribuido a desarrollar las habilidades
y actitudes de las personas, que se han enfrentado a las tragedias con actitud positiva y
trabajo en equipo, sobreponiéndose y reduciendo los riesgos producidos por estas.
Existen varias experiencias de familias y comunidades que gracias a la organización, y
esfuerzos compartidos con sus autoridades frente a los problemas y adversidades han
aprendido a levantarse, y en algunos casos, volver a empezar y salir adelante.
Un ejemplo es la comunidad de San Andrés. Sus pobladores, entre ellos hombres,
mujeres y niños, enfrentaban un problema grave, el agua no era potable. Las madres de
familia decían que el agua estaba sucia y hacía daño a las niñas y los niños, quienes se
enfermaban frecuentemente a pesar de consumirla hervida. Esto empezó a preocupar
a las autoridades y a la población, quienes se organizaron para construir un pequeño
reservorio. En poco más de dos meses, el reservorio estaba listo, lo que les permitió tratar
el agua e instalar algunas piletas comunales para su consumo. Esto trajo gran regocijo a la
comunidad, ya que las niñas y los niños ya no se enfermaban, y consumían agua potable.
Este caso nos demuestra que la iniciativa, el deseo de superación y el trabajo coordinado
y en equipo son fundamentales para afrontar cualquier reto