las revoluciones burguesas y sus objetivos
Respuestas a la pregunta
Las revoluciones burguesas o revoluciones liberales fueron una serie de ciclos revolucionarios ocurridos a finales del siglo XVIII y durante la primera mitad del siglo XIX. El concepto de revolución burguesa proviene de la tradición historiográfica del materialismo histórico.
Las revoluciones burguesas, podemos afirmar que se iniciaron durante la Revolución Francesa, donde la monarquía sería desplazada por un nuevo orden social que eran los burgueses.
Los burgueses eran la clase social durante la Europa monárquica que se caracterizaba por tener una profesión: zapateros, panaderos, comerciantes. Se dedicaban a un oficio y fueron adquiriendo capital por medio de su trabajo o negocio. A la larga, esta clase social iba adquiriendo poder político y la necesidad y decadencia de los reyes europeos, instaban a cambiar el mapa político-económico la sociedad.
Es por ello que una vez iniciada la Revolución Francesa, los burgueses serían los principales beneficiados de esta contienda política que se extendería a lo largo de Europa donde las Repúblicas que usarían la democracia como sistema político y el liberalismo como sistema económico serían las encargadas de mostrar los nuevos cambios que se avecinaban en el mundo
Respuesta:
Tipo de revolución social cuyo principal contenido estriba en resolver las contradicciones entre las fuerzas de producción y el régimen económico y político feudal o semifeudal. Al mismo tipo pertenecen, asimismo, las revoluciones de los países coloniales y dependientes dirigidas contra el imperialismo y las supervivencias feudales. El papel histórico de la revolución burguesa estriba en eliminar los obstáculos para el desarrollo capitalista. El hecho de que algunas revoluciones burguesas puedan aplicar determinadas medidas anticapitalistas no modifica su carácter general, pues tales medidas no afectan la base principal de la sociedad burguesa: la propiedad privada sobre los medios de producción. La historia conoce numerosas revoluciones de este tipo, en países distintos y en tiempos diferentes. El proceso de liquidación del feudalismo iniciado en el siglo XVI (Gran Guerra Campesina en Alemania, revolución burguesa en los Países Bajos) aún no ha llegado a su culminación (numerosas revoluciones burguesas en los países coloniales y dependientes de África, Asia y América Latina). A ello se debe que exista una gran diversidad de formas concretas de este tipo de revolución y que sean distintas sus fuerzas motrices. Mientras que en el período del capitalismo premonopolista el papel dirigente en la revolución burguesa correspondía por entero a la burguesía, en la época imperialista aumenta verticalmente la influencia del proletariado sobre el curso y los resultados de la revolución burguesa; en muchos casos, la hegemonía pasa al proletariado (revolución rusa de 1905, revolución de la nueva democracia en China). La clasificación más general de las revoluciones burguesas es la que las divide en revoluciones burguesas de las capas altas y revoluciones democrático burguesas. Las del primer grupo se llevan a cabo bajo la hegemonía de la burguesía sin la amplia participación del pueblo y no conducen a hondas transformaciones sociales. Por ejemplo, la de 1867-68 en el Japón, la de los Jóvenes Turcos en Turquía, así como las modernas revoluciones en algunos países de Asia y África que no han ido más allá de la conquista de un Estado nacional. La revolución democrático-burguesa constituye una forma peculiar de revolución burguesa; se caracteriza por la participación activa del proletariado y del campesinado, por el enlace de aquélla con la revolución agraria, con el movimiento campesino que exige un cambio radical de las relaciones agrarias, por la actuación de las masas con reivindicaciones propias, distintas de las de la burguesía. Se conocen varias clases de revoluciones democrático-burguesas, diferentes por su papel histórico y sus fuerzas motrices: 1) las del período de lucha contra el feudalismo; se llevaron a cabo bajo la hegemonía de la burguesía, a la que aseguraron el dominio económico y político. Por ejemplo, la Revolución Francesa de 1789-94; 2) las correspondientes al período inicial del imperialismo y de la primera etapa de la crisis general del capitalismo. En ellas el proletariado se convierte en fuerza hegemónica y actúa en alianza con el campesinado. Tales revoluciones, limpiando de obstáculos el terreno para que se acelere el desarrollo del capitalismo, preparan las condiciones para que la revolución democrático-burguesa se convierta en socialista, como, por ejemplo, la de Febrero (1917) en Rusia; 3) las de la segunda etapa de la crisis general del capitalismo (revoluciones en los países de democracia popular); 4) revoluciones democrático-burguesas en la tercera etapa de la crisis general del capitalismo en los países coloniales y dependientes, las denominadas revoluciones democrático-nacionales. El éxito de tales revoluciones lleva a la creación de Estados independientes de democracia nacional.
Explicación: