Las relaciones entre organismos de la misma especie son llamadas intraespecíficas; dentro de ellas encontramos el comportamiento social, territorial, sexual y el cuidado de los hijos. Cuando se presentan “combates” a manera de rituales simbólicos entre organismos de la misma especie, donde comúnmente se decide y finaliza sin que ninguno de los luchadores resulte lastimado, se está hablando de:
A:comportamiento territorial
B:comportamiento social
C: comportamiento sexual
D:cuidado de los hijos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:tes subespecies de Pan troglodytes en su búsqueda de correlaciones culturales, y demuestra que la cultura en estos animales no
está condicionada por su subespecie, sino por rasgos estructurantes y de aprendizaje de carácter cultural, como en los humanos.
Este texto constituye el primer trabajo sistemático sobre la distribución de las culturas de los chimpancés —especie cuyo número
de tropas ha descendido dramáticamente en los últimos treinta
años— y tiene, además del conservacionista, un gran interés para
la historia de la primatología, la antropología y la filosofía. En
efecto, las protoculturas materiales de los chimpancés que contribuyera a describir Sabater, significan sin duda descubrimientos
que ponen en relación esta transición, por muchos negada, que
va del mundo animal —carente del lenguaje natural humano,
gran instrumento de transmisión cultural entre generaciones— al
humano, sin ninguna tranformación extraordinaria.
Explicación:En El descubrimiento europeo de ¡os póngidos, Jorge Martínez se
pregunta qué hubiera sucedido si el conocimiento de la existencia
de los grandes simios se hubiere mantenido, en vez de desaparecer, en la tradición occidental. Saca a relucir el hecho de que los
grandes simios, los chimpancés en particular, hubieran sido vistos, capturados, disecados y denominados "gorilas" en el siglo VI
AC, por los cartagineses y que una cierta tradición con relación a
su existencia como "hombres velludos" hubiera perdurado hasta
que los europeos redescubrieran a orangutanes y chimpancés a
partir del siglo XVI (de donde proviene el nombre "pongo" y
mucho más tarde "póngidos") y el gorila recién en 1847, un
decenio antes de la publicación de El origen de las especies. Tal vez
esa visión tan antropocéntrica y antropomórfica que fue la occidental hubiera ganado en modestia, incluso en progreso científico
hacia la idea de evolución, si el conocimiento de los grandes
simios hubiera sido parte de dicha tradición