las rebeliones indígenas identifique los sujetos históricos, los espacios donde se llevaron a cabo los hechos y las consecuencias del conflicto
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Introducción
1Uno de los antecedentes más inmediatos a lo acontecido en los primeros años decimonónicos, cuando aun México seguía denominándose como la Nueva España, ha sido el observar la manera en que impactaron las denominadas Reformas Borbónicas en el acontecer cotidiano de los diversos actores sociales que conformaban las sociedades urbanas y rurales. En sí, se ha considerado que las Reformas impactaron de diversa manera en el continente americano, desde la reorganización política y económica de los variados espacios sociales bajo el régimen de las Intendencias, eliminando monopolios, corporaciones y privilegios, pero a la vez creando otras instancias corporativas donde la Corona pretendía, o tendría, una influencia directa, que en muchos casos fueron el antecedente inmediato del liberalismo que se desarrollo, al menos para México, hasta la transición temporal de los siglos XIX al XX.
2Los nuevos Estados-gobierno mexicanos que se fueron conformaron paulatinamente durante el siglo XIX, en esencia retomaron los postulados del liberalismo europeo y norteamericano, pero enfrentándose a una economía crítica y que en mucho dependía de las contribuciones. Frente a las perspectivas políticas, y como una herencia de la constitución gaditana, los indígenas pasaron de ser súbditos a ciudadanos o conciudadanos, aunque este concepto llevaba consigo varias características, entre ellas la de ser propietarios privados, así como el saber leer y escribir, lo que implicaba no solamente una actitud política sino de integración a una sociedad que pretendía ser igualitaria y que veía en el mercado de tierras y de fuerza de trabajo el sustento económico. Sin embargo, la igualdad ciudadana, en varios casos, se dio en el papel, aun cuando no podemos obviar la que realmente permeó a las sociedades novohispanas y decimonónicas, que fue la igualdad fiscal.
1 Se consideraba de frontera, ya que colindaba al norte con espacios dominados por grupos nómadas y (...)
3Con este breve contexto que llega a los momentos en que se desarrollan las guerras insurgentes en la Nueva España, este artículo observara la manera en que se puede observar el accionar de los indígenas de las Huastecas (ubicadas al noreste de la Ciudad de México y consideradas como un espacio de “frontera” en los siglos coloniales1) durante la segunda mitad del siglo XVIII y las primeras dos décadas del siglo XIX frente a un acontecimiento que marcó la historia de México y que de alguna forma ha sido considerado, aunque paulatinamente se ha ido desmitificando en la historiografía mexicanista, como un parteaguas, y es (son) la(s) llamada(s) guerra(s) insurgente(s) o de independencia.
4Antes de presentar los procesos de conflictividad que se dieron en las Huastecas, quisiera mencionar que el momento histórico en que se desenvuelve la guerra insurgente se encuentra inmerso en los procesos que la antecedieron, casi llevándonos a una noción de “liberación”, como una problemática de la historia. Esto no tanto como un eufemismo sino porque implica la existencia de “liberados” y “liberadores”. Básicamente las historias locales y regionales en las Huastecas nos demuestran la complejidad en las construcciones y reconstrucciones de relaciones, tanto íntimas como amplias, sobre todo considerando la diversidad étnica, redes de poder, estructura agraria, etc. Parecería que no hay liberados ni liberadores, ya que las implicaciones de la(s) guerra(s) insurgente(s) y de la Constitución gaditana de 1812, al menos en el caso de las Huastecas, no fue un proyecto “moderno” que llegaran a los mundos “tradicionales” indígenas de manera sorprendente o coherente; al contrario, son momentos que emergen de procesos que surgen de campos pre-existentes de relaciones; donde se presentan como actores, miembros de poblados (pueblos, misiones, rancherías, barrios) indígenas que ya estaban interactuando con otros actores sociales como eran los rancheros, los hacendados, los licenciados, los tinterillos, los párrocos y los funcionarios como entre sí, bajo un papel de propietarios, jornaleros, medieros, peones, etcétera. La complejidad de las situaciones locales en el espacio social que comento desafía una explicación sencilla en términos de grado de aislamiento y marginalidad, sobre todo cuando encontramos evidencias de estrategias activas por parte de los indígenas para enfrentarse a las amenazas externas e internas, además de una participación activa en las redes comerciales. Sin duda, las variaciones locales nos llevan a un análisis de la organización político-religiosa, así como social del entorno en donde se desarrollan los conflictos. La participación activa en los motines deciochescos, las guerras insurgentes, en la violencia colectiva decimonónica o en el apoyo de algún líder local y regional revolucionario en el siglo XX no implica la defensa de espacios cerrados sino un manejo bastante exitoso de sus relaciones con el exterior y una incorporación