¿Las personas deberían utilizar el dióxido de cloro como tratamiento para el coronavirus?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El dióxido de cloro (ClO2) es un gas de color amarillento-rojizo que se descompone rápidamente en el aire y es soluble en el agua. Al entrar al contacto con el aire, la luz solar rompe las moléculas de dióxido de cloro formando cloro gaseoso y oxígeno. Por otro lado, al entrar en contacto con el agua, durante la oxidación de la materia orgánica, el dióxido de cloro se reduce al ión clorito. A estos iones de clorito también se les conoce coloquialmente como “clorito” los cuales, de manera similar al dióxido de cloro, son sustancias muy reactivas. Su alta reactividad permite la eliminación de bacterias y otros microorganismos que puedan encontrarse en el agua. Es por ello, por lo que el dióxido cloro se utiliza dentro del proceso de potabilización del agua (donde el clorito y el clorato suelen ser productos secundarios de desinfección más comunes de la reacción del dióxido de cloro con compuestos orgánicos disueltos en el agua). Adicionalmente, el dióxido de cloro también es utilizado como blanqueador en fábricas de papel y se ha utilizado como agente descontaminante de superficies en zonas públicas.
Respuesta:
Explicación:
No se recomienda su uso porque no hay información científica que demuestre su eficacia, y en cambio, sí se ha demostrado sus efectos adversos. Hay evidencia que el consumo del dióxido de cloro produce Insuficiencia respiratoria por metahemoglobinemia, insuficiencia hepática aguda, hemólisis, hipotensión arterial, trastorno del ritmo cardiaco, vómitos severos y diarrea severa”, advirtió Maguiña, vicedecano nacional del Colegio Médico del Perú.