Las mujeres contribuyen de forma
sustancial a las actividades económicas
agrícolas y rurales en todas las regiones
de los países en desarrollo1
. Sus funciones
varían considerablemente de una región
a otra y dentro de cada una de ellas, y
están cambiando rápidamente en muchos
lugares del mundo en los que las fuerzas
económicas y sociales están transformando
el sector agrícola. La aparición de la
agricultura por contrato y las modernas
cadenas de suministro de productos
agrícolas de valor elevado, por ejemplo,
suponen desafíos y oportunidades distintas
para las mujeres y los hombres. Estas
diferencias tienen su origen en las distintas
funciones y responsabilidades de las
mujeres y en las limitaciones a que tienen
que hacer frente.
Las mujeres rurales administran a menudo
hogares complejos y adoptan múltiples
estrategias de subsistencia. Sus actividades
incluyen normalmente la producción
de cultivos agrícolas, el cuidado de los
animales, la elaboración y preparación
de alimentos, el trabajo asalariado
en agroempresas u otras empresas
rurales, la recolección de combustible
y agua, la participación en el comercio
y la comercialización, el cuidado de los
miembros de la familia y el mantenimiento
de sus hogares (véase el Recuadro 2 para
algunas de las preguntas más frecuentes
sobre las funciones y la condición de la
mujer en la agricultura). Muchas de estas
actividades no se definen como “empleo
económicamente activo” en las cuentas
nacionales, pero todas ellas son esenciales
para el bienestar de los hogares rurales
(véase el Recuadro 3, página 14, para un
examen de las responsabilidades domésticas
de las mujeres).
A menudo las mujeres tienen dificultades
específicamente relacionadas con el género
para participar plenamente en la fuerza
laboral, que pueden requerir la adopción de
1 El material de este capítulo se basa en FAO (2010a).
políticas que van más allá de las destinadas
a promover el crecimiento económico y
la eficiencia de los mercados de trabajo
rural. Las políticas pueden influir en los
incentivos económicos y las normas sociales
que determinan si las mujeres trabajan,
los tipos de trabajo que realizan y si estos
se consideran una actividad económica, la
cantidad de capital humano que acumulan
y los niveles salariales que reciben.
El aumento de la participación femenina
en la fuerza laboral tiene consecuencias
positivas en el crecimiento económico
(Klasen y Lamanna, 2009).
Las mujeres en la agricultura
Las mujeres trabajan en la agricultura como
agricultoras por cuenta propia, trabajadoras
no remuneradas en las explotaciones
familiares y trabajadoras, remuneradas o no,
en otras explotaciones y empresas agrícolas.
Intervienen en la producción agrícola y
ganadera de subsistencia y comercial.
Producen alimentos y cultivos comerciales
y gestionan operaciones mixtas agrícolas
en las que a menudo se combinan cultivos,
ganadería y piscicultura. Todas estas mujeres
se consideran parte de la fuerza laboral
agrícola2
.
Sobre la base de los últimos datos
comparables desde el punto de vista
internacional, las mujeres representan
en promedio el 43 % de la fuerza laboral
agrícola de los países en desarrollo.
La proporción femenina en la fuerza laboral
agrícola varía entre aproximadamente un
20 % en América Latina y casi un 50 %
en Asia oriental y sudoriental así como
2 La fuerza laboral agrícola abarca las personas que
trabajan o buscan un empleo formal o informal y tienen
un empleo remunerado o no en la agricultura. En ella
se incluyen las mujeres que trabajan por cuenta propia
y aquellas que trabajan en explotaciones familiares.
No se contemplan, en cambio, tareas domésticas tales como
la recogida de agua y leña, la preparación de la comida y el
cuidado de los hijos y otros miembros de la familia.
superStarestudioso:
puntos gratisssssssssssssssssss
Respuestas a la pregunta
Contestado por
0
Respuesta:
Todas las mujeres somos fulll inteligentes por
Contestado por
0
Respuesta:
Explicación:
Otras preguntas
Inglés,
hace 4 meses
Matemáticas,
hace 4 meses
Ciencias Sociales,
hace 8 meses
Inglés,
hace 11 meses
Informática,
hace 11 meses