las haciendas cacaoteras encontraban trabado res de ?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
del lugar o el distrito donde se ubicaban
Respuesta:
En la trama de las relaciones productivas del periodo conocido como el segundo ‘boom’ cacaotero (1880-1920), hubo un sinnúmero de actores sociales que fueron protagonistas de este importante proceso socioeconómico. Si bien fueron los propietarios terratenientes llamados ‘gran cacao’ quienes descollaron por su emprendimiento, la mano de obra estuvo conformada por sembradores, peones y jornaleros que dinamizaron la cadena productiva del “cacao de Guayaquil”, el cual terminó de conquistar los paladares europeos en el siglo XIX, al punto que el diplomático austríaco Friedrich Hassaurek reportó, en 1867, la notoriedad del cacao guayaquileño en todo el mundo, muy apreciado sobre todo en España, país que recibía “la mayor parte de la exportación anual”.1 A pesar de que los ‘gran cacao’ siempre aparecen en las fotografías y en las narrativas historiográficas dominantes, cabe aclarar que existió un numeroso sector trabajador de origen popular que contribuyó a cimentar el prestigio de nuestro cacao desde la época colonial. Por ello no se puede ocultar que en las relaciones de producción se constituyeron sujeciones de servidumbre como las de los trabajadores de las haciendas y plantaciones del Litoral ecuatoriano, en el siglo XIX. La principal institución que justificaba estas injustas relaciones laborales era el concertaje, modalidad que establecía la atadura del campesino a la tierra, a partir del pago por adelantado, de parte del hacendado, por las faenas agrícolas que realizaba el trabajador “concierto”. De esta forma, el concertaje generaba deudas impagables que muchas veces pasaban a las siguientes generaciones. En el campo litoralense había dos clases de trabajadores cacaoteros: los sembradores y los peones. Los primeros también eran llamados ‘desmonteros’, pues su labor consistía en desbrozar la hierba de las matas de cacao que crecían endémicamente.