las formas de administración políticas y económicas de hoy en día
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En nombre de UNFPA, Fondo de Población de Naciones
Unidas, es un honor formar parte de la sesión de inauguración del
Seminario Gestión y financiamiento de las políticas que afectan a las
familias, y saludar a los participantes, expertos, investigadores,
ejecutores de políticas, en nombre de Marisela Padrón, Directora de la
División para América Latina y el Caribe.
El Fondo se congratula de la oportunidad que ha tenido de
trabajar junto con la CEPAL y UNIFEM en la promoción de esta
temática. De hecho, se trata del tercer seminario sobre los temas de
familia y desarrollo social que se han llevado a cabo con el activo
compromiso de la institución que hoy nos recibe y con la
comprometida participación de investigadores y políticos de la región.
El Fondo de Población tiene un mandato que coloca los temas
de familia y desarrollo social en el centro de su agenda.
UNFPA es la agencia de cooperación internacional para el
desarrollo que promueve el derecho de cada mujer, hombre, niño o
niña a vivir una vida sana, con igualdad de oportunidades para todos,
que apoya en los países la utilización de datos sociodemográficos para
la formulación de políticas y programas de reducción de la pobreza y
que se dirige al objetivo de asegurar que todos los embarazos sean
deseados, todos los partos sean seguros, todos los jóvenes estén libres
y VIH/SIDA y todas las niñas y mujeres sean tratadas con dignidad y
respeto.
Gestión y financiamiento de las políticas que afectan a las familias
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Como se desprende de la magnitud de la tarea, acoger las demandas y necesidades de las
familias resulta un aspecto clave en su agenda.
En América Latina el papel que juegan las familias en el diseño de las políticas sociales,
resulta aún más importante que en otros lugares, dado que el contexto se constituye en un
determinante fundamental de las formas de vida que las familias pueden alcanzar. En nuestro caso,
se trata de un escenario de profunda desigualdad en la distribución del ingreso y de los recursos, lo
que hace que la familia resulte una institución clave para el mejoramiento de la vida de nuestra
ciudadanía. Esto lo han sabido los sectores populares y pobres de nuestra región, desde largo tiempo
atrás, y a falta de otros recursos, han utilizado el de la propia institución familiar para poder
sobrellevar los desafíos del contexto. Así, las familias han estado tratando de responder a los
desafíos en el marco de cuantiosas restricciones, con diversas estrategias que han convertido a la
propia estructura familiar en un mecanismo de respuesta al entorno. El resultado ha sido la
modificación de su estructura, tamaño y composición de acuerdo a las necesidades de sus
integrantes, sea de los que comparten la olla, con o sin vínculos de parentesco dentro de la unidad
domestica, o fuera de ella. Y lo han hecho desde tiempo inmemorial, claramente desde mucho antes
de que las familias fueran, como lo son ahora, objeto explícito de políticas.
También, como hemos visto en los dos seminarios que precedieron a este, las familias han
modificado sus comportamientos como resultado de otros procesos sociales, culturales y
económicos, que se relacionan con un creciente avance en el reconocimiento de los derechos de sus
integrantes, su búsqueda de autonomía y, fundamentalmente, la erradicación progresiva de modelos
autoritarios basados en una estructura de poder que pivotea sobre una combinación de género y
generación.
Las transformaciones democráticas en nuestras sociedades han sido posibles, entre otras
cosas, porque los movimientos sociales y, posteriormente, el diseño de las políticas públicas