Historia, pregunta formulada por caballo2000, hace 1 año

las condiciones q vivio alemania en los orimeros años del siglo 20

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Contestado por harukiita
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La progresión de la memoria cultural, tanto en la Alemania dividida como en la unificada, ha estado marcada, hasta el 60 aniversario de la liberación, por diversas fases políticas y sociales. Las dos dictaduras que vivió Alemania en el siglo XX tuvieron consecuencias de largo alcance, desatando acalorados debates públicos e induciendo a la sociedad a enfrentarse con su pasado. Producto de estos debates, los escenarios de los crímenes y la persecución se convirtieron en recintos de memoria y conmemoración.

Los primeros memoriales dedicados a las víctimas del Nacionalsocialismo fueron erigidos inmediatamente después de la guerra, tanto en la zona ocupada por las potencias occidentales como en la zona soviética. Fueron creados por antiguos presos que habían sobrevivido, por las familias de los que habían caído, como forma de recuerdo, o por las autoridades militares de ocupación, para testimoniar la enormidad del crimen cometido.

Con el establecimiento de los dos Estados alemanes, a finales de los años 1940, se comenzó a asimilar el tema de la conmemoración de la memoria de las víctimas del Nacionalsocialismo de forma muy diferente. En la Alemania oriental, los memoriales nacionales se centraban en la glorificación del movimiento de resistencia comunista, eliminando las distinciones entre los grupos de víctimas. En la Alemania occidental, durante tres décadas, la memoria de las víctimas estuvo sobredimensionada por la conmemoración de otros grupos, como los alemanes refugiados, las víctimas de los bombardeos y los soldados de la Wehrmacht, todos ellos considerados víctimas de la guerra.

En la República Federal de Alemania, el primer memorial por las víctimas del Nacionalsocialismo se inauguró en 1962, en el Palacio de Oberhausen. En mayo de 1965 fue inaugurado el memorial del campo de concentración de Dachau, y en 1966 el de Bergen-Belsen. Sin embargo, no fue hasta que un gran número de ciudadanos críticos se vieron involucrados en este movimiento, que fueron erigidos muchos memoriales, un proceso que comenzó a finales de los años 1970. El establecimiento de memoriales ha provocado un creciente interés en la investigación histórica y en los aspectos legales del Nacionalsocialismo. La historia social y local y su impacto en la vida regional también se han convertido en un foco de interés. Las representaciones históricas en los memoriales se centran principalmente en la persecución nacionalsocialista y la resistencia llevada a cabo contra el régimen nazi. Las conexiones entre el destino de las víctimas y determinados grupos, que habían sido olvidadas durante décadas, comenzó a entrar en la conciencia pública.

Los memoriales en la República Democrática de Alemania, por su parte, contribuyeron a la representación del Estado y su derrota del fascismo y el capitalismo. Los memoriales nacionales (Buchenwald, inaugurado en 1958, Ravensbrück, en 1959 y Sachsenhausen, en 1961) fueron establecidos como parte de la imagen oficial de la RDA, con la misión de crear una tradición para un nuevo Estado anti-fascista que, al mismo tiempo, legitimase su ataque a la Alemania occidental. La forma en la que debía ser representada la persecución, fue prescrita por las autoridades del Partido y del Estado, centrada principalmente en la lucha de resistencia anti-fascista.

En la RDA, las presentaciones históricas oficiales y las ceremonias de conmemoración que tenían lugar en los aniversarios de la liberación fueron utilizadas para honrar a los antiguos presos políticos, mientras que el resto de los grupos de víctimas y la conmemoración del Holocausto sólo jugaba un papel marginal en la memoria oficial. Sin embargo, se dieron algunos esfuerzos para cambiar esta situación. Por ejemplo, en la década de los años 1960 se instalaron algunos pequeños memoriales para conmemorar a las víctimas del Holocausto, aunque se trató de iniciativas muy limitadas.

El año 1989 provocó un gran cambio en las políticas memorialísticas de las dos Alemanias. Los memoriales nacionales de la antigua RDA fueron integrados en la política de memoriales de la República Federal, haciendo necesario revisar su contenido y conceptos estructurales. Además, se registró un creciente interés por este tema, y se tomó mayor conciencia sobre la contribución de este tipo de museos al despertar del espíritu democrático entre la sociedad. También se hacía necesario integrar los aspectos de la represión comunista como parte de esa memoria, porque algunos campos, como Buchenwald, tenían una historia como centros de represión contra enemigos del régimen comunista.

La tarea de estos memoriales cubre un amplio espectro. Son cementerios y centros de memoria individual y colectiva, así como centros de memoria sobre los perpetradores de los crímenes. Son documentos contemporáneos que expresan cómo se ha tratado la historia desde la guerra. Proporcionan información y educación política a la sociedad. Pero también son museos.
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