Las condiciones de vida en el valle de Puebla Tlaxcala en aquella época prehispánica
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Los trabajos aquí presentados convergen en la perspectiva analítica de la historia regional enfocada en el valle del Alto Atoyac o Puebla-Tlaxcala. Todos giran en torno al estudio del rasgo histórico, sustancial y primigenio, que ha caracterizado a este ámbito geográfico desde tiempo inmemorial. Nos referimos a la presencia de diversos pueblos indígenas originarios asentados en esa vasta demarcación territorial a lo largo de su historia, con la consecuente eclosión de majestuosas ciudades prehispánicas, cuya grandeza se preservó en el periodo colonial tras una apariencia renacentista y bajo un velo de fervor católico.
Nos hemos propuesto aproximarnos a esas sociedades indígenas a través de sus distintas vertientes culturales mediante el estudio de múltiples fenómenos que involucraron directamente a los grupos indios de la comarca. En términos cronológicos, los textos aquí reunidos abordan una secuencia que inicia en las últimas etapas del periodo prehispánico para después abarcar prácticamente toda la experiencia colonial vivida por ese mosaico de sociedades en el seno geográfico del virreinato de la Nueva España.
El conjunto monográfico abre con los procesos disgregadores de las estructuras prehispánicas como consecuencia de la conquista y la colonización españolas. Francisco González-Hermosillo, en su participación titulada “La nobleza indígena novohispana y su retracción ante los cabildos de naturales. Algunos apuntes sobre el valle de Puebla-Tlaxcala y la cuenca de México”, aborda el ejemplo de importantes hueyaltepetl o grandes reinos en ambos valles con la Sierra Nevada como frontera natural de por medio. La recreación documental de estos acontecimientos incurre en Cholula y Chalco, en Texcoco y Huexotzinco, en Tlaxcala y Tenochtitlan, poniendo en evidencia la transgresión de la sucesión dinástica tradicional mediante la sustitución de aquella nobleza gobernante insumisa o de sus legítimos sucesores. Nos refiere el autor que muchos de los linajes dinásticos quedaron acéfalos por la eliminación de sus titulares, siendo remplazados por nobles secundarios que mostraron un incondicional sometimiento. Con ello, una gran cantidad de gobiernos étnicos quedaron alejados de las casas dinásticas originarias.
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