las clasificaciones de la moral
Respuestas a la pregunta
1. Sistemas morales basados en el motor.
Dentro de estos sistemas, lo importante es qué sentimiento o sentimientos hacen que una persona desee hacer algo. Si son sentimientos nobles, lo que se haga no puede estar equivocado. Como dice un personaje de Pérez-Reverte en “Cabo Trafalgar”… “quien cumple con su deber, no se equivoca nunca“. El caso más habitual de este tipo de moral, es la que condona (lo contrario de “condena”, curiosamente) cualquier acto que se haga “por amor”. Por amor a la Patria, al prójimo, a Dios… lo que se hace por amor no es condenable, y siempre es admisible. No importa qué sea, y tampoco importa cuáles sean sus consecuencias finales.
2. Sistemas morales basados en la acción,
Llamados “deontológicos”: Se determinan actos obligatorios y actos prohibidos. Hacer los unos y evitar los otros siempre es bueno, y lo opuesto, malo.
Hannah Ardent se encontró con este tipo de moral cuando le dijo a su rabino “ya no creo en Dios“: éste respondió “¿y quién te ha pedido que creas?“. Lo importante para éste rabino era el cumplimiento de los ritos y normas del judaísmo, no la fe. Esa filosofía impregna realmente todo el judaísmo (aunque no estoy nada seguro de que todo rabino hubiera contestado lo mismo), y uno de sus máximos exponentes son los Diez Mandamientos.
También la filosofía de Kant incluye una moral deontológica.
3. Morales basadas en las consecuencias
Llamadas “consecuencialistas“: Las cosas son buenas o malas dependiendo del daño o bien que producen.
Esta norma tan bonita y tan fácil se complica cuando tenemos que aplicarla en la práctica: ¿es el daño esperado o el producido? ¿qué es un daño? ¿a qué plazo se toma la decisión? ¿a quiénes se tiene en cuenta – a una “raza”, a una especie, a los animales, las plantas, las piedras…?
Todo eso son preguntas que debe responder esta moral digamos “utilitarista” o si lo prefieren, “maquiavélica”. De hecho “utilitarismo” es el nombre de una moral de este tipo (Jeremy Bentham).
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Todas estas direcciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes, pero evaluar eso ya es “salirme del armario” y reconocer que mi moral está basada en las consecuencias. Incluso a la hora de evaluar qué tipo de moral es la mejor, yo me fijo en sus ventajas e inconvenientes… es decir, en sus consecuencias.
Las morales basadas en el motor, tienen como ventaja que garantizan el potenciar lo mejor del ser humano. Como desventaja, desde luego, que pueden llevar a actos espantosos y perfectamente inútiles… se me ocurre que suicidarse antes de caer en manos de un “enemigo” puede ser un buen ejemplo, aunque no siempre.
Las morales basadas en los actos tiene la limpieza de que es generalmente fácil evaluar si un acto es bueno o malo. Eso sirve para hacer más difícil el justificar actos innobles en nombre de otra cosa: Si un acto está prohibido, es malo, y punto. Desde luego, seres abyectos pueden acabar usando esos sistemas de leyes y prohibiciones en su propio provecho, y además el seguimiento estricto puede llevar a decisiones catastróficas en nombre de la Ley Sagrada.
Finalmente, como es lógico, el tercer tipo de moral tiene las ventajas y desventajas simétricas a las anteriores: Es la que, en un caso ideal, más bien producirá y más mal evitará… pero es la más difícil de evaluar, la más fácil de manipular, y desde luego puede ser usada por seres abyectos para justificar actos abyectos (por eso Maquiavelo tiene tan mala fama, el pobre).
Desde luego, pocas moralidades son “puras” en el sentido de esta clasifiación. El judaísmo puede ser muy ritualista, pero uno de los Mandamientos es el amor a Dios y al prójimo (y según algunos rabinos, el más importante). Y por otro lado, sus textos más respetados están llenos de argumentos y contraargumentos que aluden constantemente a las consecunencias de los actos.
El cristianismo se orienta más hacia el amor (“Dios es amor”), pero no por eso abandona los códigos de conductas buenas y malas, ni tampoco (al menos en los cristianos reflexivos) ignora las consecuencias previsibles de los actos: Hacer daño por amor, no es considerado amar.
A pesar de que el mundo real siempre va a ser más complejo que este modelo, creo que sí puede ser útil observar las reglas morales, y los sistemas morales (de ideologías, religiones…) a la luz de estos tres “tipos puros”.