las características del hábito franciscano dentro de la espiritualidad franciscana.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
te voy a ayudar y me das coronita : ) y lo haces el resumen.
Explicación:
Al ser lo primero que salta a la vista de quien se acerca a los franciscanos, el tema del hábito suscita curiosidad y extrañeza a la vez, pues su forma y color varía según las distintas familias franciscanas. Hay que aclarar, en primer lugar, que ninguna de las actuales órdenes o congregaciones franciscanas, ni por forma ni por color, viste el hábito de San Francisco, que era en forma de cruz y de lana gris. El paño, en efecto, no era teñido, sino tejido con lana blanca y negra natural entremezclada que le daba un color ceniciento.
Las dos Reglas de San Francisco y los biógrafos del Santo hablan de la
En cuanto al color, sólo en el Espejo de Perfección leemos que el Santo prefería a la alondra entre todas las aves, porque "tiene un capucho como los religiosos y es un pájaro humilde... Su ropaje, o sea las plumas, tiene el color de la tierra, y ella da ejemplo a los religiosos de que no hay que tener ropa delicada o de colores, sino modesta en el precio y el color, igual que la tierra, que es el elemento más vulgar". Pero la tierra, como todos sabemos, tiene infinidad de tonalidades. Tomás de Celano, en el Tratado de los Milagros, habla de un "paño ceniciento" como el de los cistercienses de Tierra Santa, que Jacoba de Settesoli le trajo de Roma a Francisco moribundo. La única referencia al color del hábito del Santo la encontramos en la Crónica de Roger de Wendover (muerto en 1236) y de Mateo Paris, donde se dice que "los frailes que se llaman menores... caminaban descalzos, con cinturón de cuerda, túnicas grises, largas hasta los tobillos y remendadas, con un capucho basto y áspero".
En los Menores Conventuales se nota una cierta tendencia al negro ya en la segunda mitad del siglo XVIII, aunque sus Constituciones Urbanas, en la edición del 1803 imponían el hábito gris ceniza. Esta prescripción desapareció en la edición de 1823, en parte porque con la Supresión napoleónica, habiéndose extinguido las corporaciones religiosas, sus miembros se vieron obligados a asumir el hábito talar negro del clero secular. Restaurada la Orden, los frailes prefirieron continuar con el color negro, aunque hoy el gris se está recuperando de nuevo, de manera que ya lo visten casi todos los conventuales de Asia, África y América, así como los de Australia y algunas provincias europeas.
Los Frailes Menores Observantes pasaron del color ceniza al marrón hace poco más de un siglo, en la segunda mitad del siglo XIX. Se empezó en Francia y se impuso para toda la Orden en el capítulo de Asís del 1895, cuando León XIII reunificó en una sola a las distintas familias reformadas: observantes, alcantarinos, recoletos y reformados ("El color artificial de las vestiduras exteriores se parezca al color de la lana natural negruzca cn tendencia al rojo, color que en italiano se llama marrone, y en francés marron").
El más parecido en la forma al de San Francisco es el hábito de los Capuchinos, por su capucho alargado y cosido al cuello de la túnica. El hábito de los Observantes se distingue por ser más ajustado y por el capucho suelto que cae sobre los hombros en forma de esclavina corta por delante y a los lados, y alargada por detrás, hasta la cintura. El hábito de los Conventuales es parecido al de los Observantes, pero el capucho es más pequeño y la esclavina más baja, hasta casi tocar los codos. El hábito de los Terciarios Regulares o frailes del TOR era hasta hace pocos años de igual forma y color que el de los Conventuales, pero ahora han vuelto al color tradicional gris, con esclavina baja y puntiaguda por detrás y por delante.
En cuanto al calzado, San Francisco caminó siempre descalzo, de acuerdo con el mandato de Jesús a los apóstoles: "no llevéis sandalias..."
Sólo en los dos últimos años de su vida, para ocultar las vendas ensangrentadas por los estigmas de los pies, tuvo que llevar zapatos de piel o de paño, como se pueden ver en las reliquias de Asís. La Regla sólo dice que los frailes pueden usar calzado en caso de necesidad. Las sandalias, sin embargo, se impusieron pronto, como puede verse en las pinturas de Giotto, donde todos los frailes, excepto Francisco, las llevan del mismo modelo. Más tarde, los reformados que vivían en las ermitas empezaron a usar unas sandalias con suelas altas de madera llamadas zuecos o "zoccoli", de ahí que en Italia los Observantes fuesen también conocidos por mucho tiempo como frailes "zoccolanti".
espero haberte ayudado.