Historia, pregunta formulada por rosamarcilio5694, hace 1 mes

La Vorágine
Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia. Nada
supe de los deliquios embriagadores ni de la confidencia sentimental ni de la zozobra de las miradas
cobardes. Más que el enamorado, fui siempre el dominador cuyos labios no conocieron la súplica. Con todo,
ambicionaba el don divino de amor ideal, que me encendiera espiritualmente, para que mi alma destellara en
mi cuerpo como la llama sobre el leño que la alimenta. Cuando los ojos de Alicia me trajeron la desventura, había renunciado ya a la esperanza de sentir un afecto puro. En vano mis brazos -tediosos de libertad- se tendieron ante muchas mujeres implorando para ellos una cadena. Nadie adivinaba mi ensueño. Seguía el silencio en mi corazón Alicia fue un amorío fácil; se me entregó sin vacilaciones,
esperanzada en el amor que buscaba en mí. Ni siquiera pensó casarse conmigo en aquellos días en que sus parientes
fraguaron la conspiración de su matrimonio, patrocinados por el cura y resueltos a someterme por la fuerza. Ella me
denunció los planes arteros. -Yo moriré sola -decía-: mi desgracia se opone a tu porvenir. Luego, cuando la arrojaron del seno de su familia y el juez le declaró a mi abogado que me hundiría en la
cárcel, le dije una noche, en su escondite, resueltamente:
-¿Cómo podría desampararte? ¡Huyamos! Toma mi suerte, pero dame el amor. ¡Y huimos! Aquella noche, la primera de Casanare, tuve por confidente al insomnio. Al través de la gasa del mosquitero, en los cielos límites, veía parpadear las estrellas. Los follajes de las palmeras que
nos daban abrigo enmudecían sobre nosotros. Un silencio infinito flotaba en el ámbito, azulando la transparencia
del aire. Al lado de mi chinchorro, en su angosto catrecillo de viaje, Alicia dormía con agitada respiración. Mi ánima
atribulada tuvo entonces reflexiones agobia-doras: ¿Qué has hecho de tu propio destino? ¿Qué de esta jovencita que
inmolas a tus pasiones? ¿Y tus sueños de gloria, y tus ansias de triunfo, y tus primicias de celebridad? ¡Insensato! El lazo
que a las mujeres te une lo anuda el hastío. Por orgullo pueril te engañaste a sabiendas, atribuyéndoles a esta criatura lo que en ninguna otra descubriste jamás, y ya
sabías que el ideal no se busca; lo lleva uno consigo mismo. Saciado el antojo, ¿qué mérito tiene el cuerpo que a tan
caro precio adquiriste? Porque el alma de Alicia no te ha pertenecido nunca, y aunque ahora recibas el calor de su
sangre y sientas su respiro cerca de tu hombro, te hallas, espiritual-mente, tan lejos, de ella como de la
constelación taciturna que ya se inclina sobre el horizonte. En aquel momento me sentí pusilánime. No era que mi
energía desmayara ante la responsabilidad de mis actos, sino que empezaba a invadirme el fastidio de la manceba. Poco empeño hubiera sido el poseerla, aun a trueque de las mayores locuras; ¿pero después de las locuras y de la
posesión?. Casanare no me aterraba con sus espeluznantes leyendas. El instinto de la aventura me impelía a
desafiarlas, seguro de que saldría ¡leso de las pampas libérrimas y de que alguna vez, en desconocidas ciudades,
sentiría la nostalgia de los pasados peligros. Pero Alicia me estorbaba como un grillete. ¡Si al menos fuera más
arriscado, menos bisoño, más ágil! La pobre salió de Bogotá en circunstancias aflictivas; no sabía montar a caballo, el
rayo del sol la congestionaba, y cuando a trechos prefería caminara pie, yo debía imitaría pacientemente,
cabestreando las cabalgaduras. Nunca di pruebas de mansedumbre semejante. Yendo fugitivos, avanzábamos lentamente, incapaces de torcer la vía
para esquivar el encuentro con los transeúntes, campesinos en su mayor parte, que se detenían a nuestro paso
interrogándome conmovidos:
-Patrón, ¿por qué va llorando la niña?



8. Subraya las descripciones que aparecen en el texto

Respuestas a la pregunta

Contestado por Laucarvajal721
0

Respuesta:

tienes q subrayar cuando la describe si es peli larga flaca o tierna o seria

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