Question

La vida de San Agustín en que te ayuda para tu vida personal?

Answer 1

Respuesta:

La vida de San Agustín es muy importante.

Explicación:

Una de las preocupaciones más frecuentes del hombre contemporáneo es el paso del tiempo. Hoy en día, en momentos en que la pandemia del coronavirus ha trastocado nuestros tiempos rutinarios de trabajo, estudio o descanso, esta preocupación por el tiempo se ha vuelto, a ratos, ansiosa, dada la incertidumbre por el futuro inmediato y para qué decir por el futuro lejano.

Quizás un buen antídoto para reflexionar sobre lo que nos toca vivir, sea revisitar el pensamiento de San Agustín de Hipona, a propósito del aniversario de su muerte, aquel lejano 28 de agosto del 430 d.C. Como maestro en retratar la naturaleza humana en su doble realidad corpórea y espiritual, San Agustín -en sus Confesiones- nos da la clave para entender el fenómeno del transcurso del tiempo desde la cotidianidad, ese lugar privilegiado en que el alma se hace consciente del tiempo como una realidad no sólo física, sino también metafísica y espiritual.

Así, la vida cotidiana nos muestra, por una parte, al tiempo como una realidad misteriosa e inefable que escapa a nuestra comprensión; pero, por otra parte, nos revela que el alma puede reunir -en el instante- el pasado y el futuro en el presente de la conciencia. En efecto, podemos tener presentes in actu tanto las cosas pasadas como las cosas futuras gracias a la “distentio animi” (Conf., XI, 23, 30), esa capacidad del alma de distenderse o estirarse desde el momento actual hacia la doble dirección del futuro que espera y del pasado que rememora, imitando por un instante fugaz la semejanza del eterno presente divino.

Por ello, San Agustín nos indica que, si el ser humano permanece atento a sí mismo, sin distraerse con el devenir de la vida puramente material, puede descubrir dos “movimientos” del alma que surgen de este sorprendente presente de la conciencia y que nos dan pistas para repensar el transcurso del tiempo en esta vivencia de la pandemia. El primero es lo que Agustín llama expectatio futurorum, es decir, aquella espera atenta pero mundana de los acontecimientos futuros, tal como se da en la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando esperamos si mañana lloverá o no.

En cambio, el otro movimiento del alma es la extensio ad superiora, esto es, aquella espera que tiene como destino lo eterno, siguiendo el llamado de la vocación sobrenatural que posee el hombre como creatura (Conf., XI, 29, 39). Acá la espera del futuro es un ascenso desde lo natural a lo sobrenatural, donde el alma se extiende hacia lo superior en una búsqueda anhelante del amor divino hasta que pueda descansar en él. Por lo tanto, esta segunda espera del tiempo futuro, como dice Agustín, nos muestra una nueva dimensión de nuestra aprehensión del tiempo, esta vez en clave espiritual, y que nos hace revalorar la existencia actual a la luz del Amor que nos espera y en el que cesará toda inquietud mundana.

Al fin del día, conviene recordar que por el Amor somos impulsados hacia lo alto, al lugar natural de reposo del alma. Como afirma San Agustín, queda claro que es el Amor eterno el que le da estabilidad al alma y la hace olvidar, en el día a día, esa mutabilidad con que ha sido creada, pues amando a Dios, nada más nos puede faltar.