¿ La teoría de la generación espontanea tiene fundamento?
Respuestas a la pregunta
La generación espontánea es una hipótesis obsoleta que sostenía que ciertas formas de vida (animal y vegetal) surgían de manera espontánea a partir de materia orgánica, inorgánica o de una combinación de estas.1 Nunca se obtuvo por método científico, pero se llegó a esa conclusión por evidencia visual.
Se trató de una creencia profundamente arraigada desde la Antigüedad, ya que fue descrita por Aristóteles, luego sustentada y admitida por pensadores de los siglos XVII y XVIII como René Descartes, Francis Bacon o Isaac Newton.
Un naturalista belga, Jan Baptiste van Helmont, en 1667, escribía en su obra Ortus Medicinae:2
La teoría de la generación espontánea (también conocida como arquebiosis o abiogénesis) es una antigua
teoría biológica que sostenía que ciertas formas de vida (animal y vegetal) surgen de manera espontánea a
partir ya sea de materia orgánica, inorgánica o de una combinación de las mismas. Creencia profundamente
arraigada desde la antigüedad ya que fue descrita por Aristóteles, luego sustentada y admitida por pensadores
como Descartes, Bacon o Newton, comenzó a ser objetada en el siglo XVII. Hoy en día la comunidad científica
considera que esta teoría está plenamente refutada.
Diversos experimentos se realizaron desde el año 1668 en virtud de encontrar respuestas hasta que Louis
Pasteur demostró definitivamente a mediados del Siglo XIX que la teoría de la generación espontánea es
una falacia, postulando la ley de la biogénesis, que establece que todo ser vivo proviene de otro ser vivo ya
existente.
El experimento de Pasteur
En la segunda mitad del siglo XIX, Louis Pasteur realizó una
serie de experimentos que probaron definitivamente que los
microbios se originaban a partir de otros microorganismos.
Demostró que todo proceso de fermentación y descomposición
orgánica se debe a la acción de organismos vivos y que el
crecimiento de los microorganismos en caldos nutritivos no era
debido a la generación espontánea.
Para demostrarlo, expuso caldos hervidos en matraces provistos
de un filtro que evitaba el paso de partículas de polvo hasta el
caldo de cultivo, simultáneamente expuso otros matraces que
carecían de ese filtro, pero que poseían un cuello muy alargado y
curvado que dificultaba el paso del aire, y por ello de las partículas de polvo, hasta el caldo de cultivo. Utilizó
dos frascos de cuello de cisne (similares a un Balón de destilación con boca larga y encorvada). Estos matraces
tienen los cuellos muy alargados que se van haciendo cada vez más finos, terminando en una apertura
pequeña, y tienen forma de "S". En cada uno de ellos metió cantidades iguales de caldo de carne (o caldo
nutritivo) y los hizo hervir para poder eliminar los posibles microorganismos presentes en el caldo. La forma de
"S" era para que el aire pudiera entrar y que los microorganismos se quedasen en la parte más baja del tubo.